Renault Kwid 2023, a prueba: el auto más accesible de México mejora donde debía y cuida lo que ya tenía
El hablar de un coche accesible ya no es sinónimo de hablar de un coche malo. Tal vez hace algunos años había algo de razón, pero hay marcas que han trabajado para que hasta su producto de acceso pueda ser visto como algo más que una herramienta rudimentaria. El Renault Kwid 2023 es un claro ejemplo de ello y con su actualización de media vida lo prueba con creces.
Renault Kwid Outsider 2023
$249,900
- Motor: 1.0 litros de 3 cilindros
- Potencia: 66 hp @ 5,500 rpm
- Par: 69 lb-pie de par @ 4,250 rpm
- Transmisión: Manual 5 velocidades
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Tambor
- Suspensión delantera: Independiente
- Suspensión trasera: Eje semi rígido
- Longitud: 3,680 mm
- Cajuela: 290 litros
- Consumo en ciudad: 19 km/l (cifra de la marca)
- Lugar de fabricación: Brasil
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El auto más accesible de México y hay que entenderlo como ello
Dejemos cosas bien claras desde el inicio. El Renault Kwid es el auto más accesible de México y tiene un claro enfoque urbano, su hábitat natural es la jungla de asfalto y tienes que entenderlo como eso.
Primero que nada este Kwid no representa un cambio de generación, es un facelift, una actualización de media vida con muchas mejoras respecto al modelo original. Afuera luce más moderno, juvenil y no tan sencillo como antes. El frente está más abultado, lleva iluminación dividida en dos secciones, arriba luces de conducción diurna en LED y más abajo los faros principales de halógeno.
A los lados estrena diseño de rines de 14”, al ser la versión Outsider tope de gama, las calcomanías con ese nombre y unos rieles en el techo que son meramente estéticos. Otros detalles están en la forma de la defensa y un ligerísimo arreglo a la forma de las calaveras.
El Kwid es realmente pequeño, a penas mide: 3,680 mm de largo, por 1.7 metros de ancho y 1.4 metros de alto. Renault dice que es un SUV, aunque de SUV tiene lo que yo de Henry Cavill, pero, bueno hay que darles crédito en que los plásticos negros, las imitaciones de protectores de bajos, una altura libre al suelo de 18.5 cm y una admisión colocada bien arriba, le pueden ayudar un poco en terrenos ligeramente inundados o maltratados.
Una cabina muy bien optimizada
El interior del Renault Kwid también se actualizó, pero a grandes rasgos mantiene el diseño base. Aquí hablemos primero de calidad y cómo te mencionaba al inicio, es el auto más accesible de México. Todo se cubre con plásticos duros y realmente al andar se cuela mucho el ruido de motor y transmisión, sí se notan uno que otro crujido al pasar topes y una que otra vibración. Aún con ello cuando entiendes bien a donde y cómo apunta, a mi me parece que está bien, te da lo que pagas.
Incluso se esfuerza por mejorar la percepción con nuevas manijas en acabado cromado, un cuadro de instrumentos con una pantalla monocromática al centro con velocímetro y tacómetro que simula ser digital al dejar los números y líneas con transparencia que se van iluminando para dar esa impresión digitalizada de una pantalla.
Hablando de equipo, ya tenemos una nueva pantalla táctil de 8" compatible con CarPlay y Android Auto de forma alambica, más grande que la del modelo anterior. Ahora ya lleva controles de audio en la columna de dirección, tenemos aire acondicionado manual, un puerto USB, ventanas, espejos y seguros eléctricos, un sistema de audio con dos bocinas y asientos con tapicería en tela y ajuste manual.
Por el precio no me puedo poner muy exigente la verdad, tiene lo meramente necesario, pero creo que tal vez tener ajuste de altura en el asiento y volante pudo ser una buena adición. Sí hablamos de seguridad, estamos hablando de uno de sus puntos más fuertes y es que Renault ya le dió frenos ABS, 4 bolsas de aire y ahora control electrónico de estabilidad a todas las versiones. Eso es de aplaudirse. Es un nivel superior incluso al que encontrarías en un Suzuki Ignis, por ejemplo. Vaya, mejor que Hyundai Grand i10 y FIAT Mobi. ¡Qué bueno, gracias Renault por eso!
Además al ser esta la versión Outsider también tenemos cámara de reversa, entonces en lo que realmente importa, ahora el Kwid sí es recomendable.
El espacio atrás es lo que esperas de un carrito de este tamaño, aunque por sus formas cuadradas se aprovecha muy bien para que alguien de 1.75 metros e incluso alguien un poco más alto que yo, pueda ir cómodo aquí atrás. Si bien puedes llevar a tres, es tan angosto, que dudo que sea cómodo tener a tres adultos en esa zona. La cajuela por su parte es de muy buen tamaño para este grupo de los autos urbanos, tiene 290 litros de capacidad, nada mal sinceramente.
Una experiencia sencilla y muy mecánica
Al volante del Kwid tenemos una experiencia realmente mecánica y muy interesante en un mundo de asistencias eléctricas en todo. Se siente la vibración de la caja en el pedal del clutch, en la palanca, escuchas claro cómo la misma va trabajando, las vibraciones en el volante, vaya me recuerda mucho a los coches con los que aprendí a manejar, una experiencia curiosa diría yo.
El Renault Kwid no modifica su mecánica con esta actualización, sigue usando su motor atmosférico de 3 cilindros y 1.0 litro capaz de producir 66 hp y 69 lb-pie de par. En todas y cada una de las versiones disponibles en México, solo vamos a tener una caja manual de 5 cambios y tracción delantera.
Ok, las cifras son muy contenidas, sí, pero la verdad es que el coche es sumamente ligero, pesa solo 813 kg, es más ligero que un Fórmula 1 para que te des una idea y no estoy bromeando.
Entonces con ello en mente el Kwid se va a mover, va a poder navegar por la ciudad sin problema, aunque nunca esperes una reacción realmente contundente. Le toma tiempo agarrar ritmo aún en ciudad. Su caja tiene relaciones súper cortas para justo ayudarle a tener empuje en los arranques. Para que te des una idea, a 50 km/h la computadora ya te pide que hagas el cambio a quinta y vas cerca de las 2,500 o 3,000 rpm en ese punto.
En curvas balancea bastante pues tiene una configuración súper suave para lidiar con las calles de los mercados en desarrollo a los que está dirigido y si bien está lejos de darte sensaciones apasionantes, cumple perfectamente su misión de ser cómodo en ciudad. Es suave, amortigua bien y se siente como un auto realmente robusto y resistente.
La dirección dista de ser precisa hay que girar mucho y no es tan rápida como me gustaría, aunque no hay que negar que es facilísimo llevarlo y con lo angosto que es te puedes escabullir por lugares donde otros nunca van a pasar.
Como te dije, su hábitat natural es la ciudad, pero si sales a carretera tienes que tener súper en mente que debes anticipar mucho cualquier rebase o incorporación pues su motor tarda en entregar el poder. No es imposible, pero sí debes ser mucho más atento. A pesar de que balancea mucho se planta bien dentro de lo que un auto así de pequeño y alto permite.
Otra de sus grandes fortalezas es la eficiencia y es que aún a la altura de la ciudad de México con tráfico horrible de las 6 pm, lo más que llegó a consumir fueron 11 km/l. Mi mejor consumo en ciudad 14.4 km/l. En carretera si no vas forzándolo y te mantienes en un rango entre 80 y 90 km/h te puedes pasar sin problema de los 16 km/l.
8.0
A favor
- Todas las versiones ya llevan control de estabilidad, frenos ABS y 4 bolsas de aire
- Buen balance de precio y equipamiento
- Su eficiencia
En contra
- No hay versiones automáticas
- Se cuela mucho el ruido del exterior
- Hay que planear mucho los movimientos para darle tiempo de generar poder
El auto accesible más recomendable de México
De entre los autos realmente accesibles de México el Renault Kwid me parece la mejor recomendación pues lleva lo más importante que es un nivel decente de seguridad y lo hace desde sus versión base. Con eso nada más ya lo pondría por encima de Grand i10 y Mobi. Además es increíblemente eficiente, tiene el equipo, espacio justo y necesario para tu día a día.
Su gama arranca desde los $215,900 pesos y llega hasta los $249,900 de esta variante Outsider tope de gama. Si me lo preguntas a mí, las variantes que más creo que valen la pena, son justo la intermedia, Iconic de $238,900. Si necesitas la pantalla para ver más grande la navegación entonces por $25,900 tienes a la variante Bitono que prácticamente es el tope de gama, pero sin un look tan “SUV”.
Si estás en el rango de precios de la versión tope como alternativa puedes ver a un Nissan March Sense, la versión de acceso, que ya ofrece 6 bolsas de aire, un poquitito más de espacio y poder, no es que vaya a ser una diferencia brutal, pero sí puede moverse con mayor agilidad. Eso sí, sacrificarás en eficiencia y un poco en equipo como la pantalla. Meramente una cuestión de prioridades.