Volkswagen Golf GTI 8, a prueba: sabor a tradición en un hot-hatch divertido y equilibrado (+ video)
En Volkswagen hay tres letras mágicas. Tres letras que han acompañado al Golf por casi medio siglo y que recientemente llegaron a su octava generación. Ese Volkswagen Golf GTI 8, al igual que sus predecesores, no es precisamente una revolución dentro de su linaje, pero ahí está su encanto. Mientras la marca decide si debe o no venderlo en México, nosotros nos escapamos a conocerlo.
En video
Cuando a alguien se le ocurrió lanzar un Golf deportivo a mediados de los años 70, Volkswagen no tenía ni idea de lo que se avecinaba. La marca solo se planteaba la pequeña meta de fabricar 5,000 unidades de una edición especial del Golf I con un motor más potente y algunos detalles de diseño, pero su modesta propuesta fue tan bien recibida, que muchas personas pidieron que se les fabricara uno más... y otro y otro. Volkswagen no se iba a negar.
De ese primer lote de 5,000 unidades, hoy se han desprendido ya más de 2.3 millones de Volkswagen Golf GTI vendidos en el mundo. Su tipografía, la tapicería en tela y los detalles rojos en la parrilla se han convertido ya en un ícono de este modelo, con su propio grupo de fanáticos que saben perfectamente qué esperar cuando llega el momento de conocer una nueva generación: será el Golf de siempre, con la tecnología del momento. Su encanto está en la constancia, ¿o quién no se quejó de cuando MTV simplemente dejó de ser un canal de música? Volkswagen no le mueve nada a la fórmula del Golf para no arruinarlo.
El Volkswagen Golf GTI de toda la vida, con la sazón de la época
La tímida evolución del Volkswagen Golf GTI por fuera no tiene nada que ver con lo que sucede al interior. La octava generación del hatchback alemán transforma su cabina y se une a la moda del momento: digitalizarlo todo. Y cuando digo todo, me refiero a que los únicos botones que quedan son el freno de estacionamiento, el botón de encendido, algunos en el volante y los controles de seguros, espejos y cristales en puertas.
Todos los demás controles son superficies táctiles, que se activan con ligeros toques en su panel (como el encendido de faros o de luz de cortesía al interior), deslizando el dedo (como el volumen o el cambio de canción desde el volante) o mediante el sistema de infotenimiento. Por eso la protagonista es la pantalla de 10", que además estrena una de las interfaces más fluidas e intuitivas del momento.
No es VW Play, sino una interfaz que la marca adoptó recientemente para sus modelos en Europa. Se nota perfectamente programada para que la cabina se despida de botones físicos —incluso desaparecen perillas y controles de A/C—, y aunque anteriormente me he pronunciado en contra de esta tendencia —lo sigo estando—, al menos en el Golf está bien resuelto con un panel físico —también táctil— para acceso rápido al menú de clima, de asistentes de manejo, de ayuda de estacionamiento y del selector de modos de manejo. En la base de la pantalla también hay un panel táctil con controles de temperatura de A/C y volumen, aunque en la noche no se ilumina y eso dificulta su operación.
En general, lo que me gusta del interior de este Volkswagen Golf GTI es que luce muy diferente a cualquier otro modelo que la marca venda actualmente en América. Casi ningún botón se parece a lo que encontramos en Jetta, en Taos o en Cross Sport. Se siente como un Volkswagen de una nueva era, incluso por el diseño del cuadro de instrumentos, que además lleva gráficos exclusivos para GTI.
Eso sí, la calidad sigue siendo la habitual en la marca. Tenemos plástico de tacto gomoso en toda la parte alta del tablero, combinado con piezas más rígidas en zonas bajas, consola central y guantera. Hay detalles que me gustan, como una superficie antideslizante en el portateléfonos —de doble posición— y compartimientos de puertas forrados internamente con tela acolchada para evitar que los objetos colocados vayan sonando.
Y ya hablando de tela, la tapicería es en la clásica trama de líneas blancas y rojas, icónica para GTI. El diseño de los asientos deportivos es agradable y, sobre todo, ideal por la buena sujeción lateral y su equilibrio con la comodidad para viajes largos.
Platiquemos de equipamiento, al menos de la unidad que manejamos en Estados Unidos con especificaciones locales. Incluye sistema de sonido Harman Kardon, espejo retrovisor electrocrómico, head-up display, asistente de conducción semiautónoma —adapta su velocidad al coche de adelante y sigue las líneas de carril—, climatización automática de tres zonas, llave inteligente y más.
Lo que busca esta octava generación del Golf GTI, al igual que todas las otras, es firmar el pacto de paz entre la diversión al volante y el confort en el día a día. Ahí entra en juego el equipamiento y el aprovechamiento de espacio, que en este caso sorprende por el buen lugar para piernas, aunque con algo de restricción en el espacio para cabeza de pasajeros altos. Al final, no deja de ser un hatchback con talla de 4.28 metros de largo.
Un hot-hatch divertido y cómodo a partes iguales
Sobre el papel, el Volkswagen Golf GTI 8 se lee apenas un par de pasos adelante que su generación anterior. Esta generación no lleva una plataforma nueva, aunque sí emplea una evolución de la arquitectura MQB, a la que la marca bautizó justamente como MQB Evo por la mejora en los niveles de rigidez. Todos los componentes del chasís dan un salto hacia adelante, aunque unos más que otros.
Uno de sus aspectos más destacados es la suspensión adaptativa, con 11 niveles de rigidez para elegir. ¡Sí, once! Desde uno extremadamente suave, que me atrevería a compararlo con un Golf sin apellido GTI, hasta uno de tacto tan rígido, que quizá lo reservaría sólo para pista.
Lo que sorprende al momento de conducirlo es que toma las curvas con más aplomo que antes, con una carrocería que no parece inclinarse ni tantito. Va bien pegado al asfalto, sin esa sensación de que las llantas quieren ir por un lado y el resto del auto por otro. A ello se suma una dirección más precisa y, sobre todo, mucho más directa, con dos niveles de dureza a elegir. En modo Confort me fue suficiente, incluso para tramos de carretera; en Sport me pareció muy pesada, lo que deberá ser ideal para circuito.
De este modo, sin hablar todavía de motor, el Volkswagen Golf GTI sí se nota más ágil y comunicativo que su predecesor. Me atrevería incluso a decir que el grado de diversión al volante tiene más en común con el Golf R de generación pasada, que con el GTI anterior, guardando desde luego las proporciones por la diferencia de potencia.
Ahora sí, el motor. El Volkswagen Golf GTI 8 emplea un 2.0 TSI de 242 hp y 273 lb-pie, asociado a una transmisión automática de doble embrague (DSG) de siete velocidades y tracción delantera. Para plasmar el poder sobre el asfalto en condiciones difíciles, el GTI continúa empleando un diferencial electrónico, en vez de uno mecánico.
La ganancia de poder respecto a la generación pasada es discreta, pero está bien aprovechada. La diferencia no está tanto en los tiempos de 0 a 100 km/h —le toma 6.2 segundos— porque sólo es 0.2 segundos más rápido. La verdadera evolución se nota en cómo desarrolla esa potencia. Por un lado, se siente menos turbolag; por el otro, la caja DSG ahora es más sutil, sin renunciar a su precisión ni a su rapidez. En modo Sport realmente sostiene el cambio aunque no vayamos acelerando, y si no estás conforme con su programación, las paletas al volante responden inmediatamente.
Con todo lo anterior, entre un chasís que puede ser manso o rígido, y un motor que le queda como un guante, el Volkswagen Golf GTI 8 tiene la potencia exacta para ser divertido en carretera y amigable con el día a día. Eso sí, para circuito el Golf predilecto es el R, pero esa ya es otra historia.
Su lanzamiento en México aún no está confirmado
El Volkswagen Golf GTI inventó la categoría de los hot-hatches y hará hasta lo imposible por mantenerla viva tanto como sea posible. El continuismo y la adopción de la tecnología más top del momento son sus claves para mantener su relevancia ante un mercado que cada vez busca más la sazón deportiva en la carrocería de un SUV.
Está tan claro lo mucho que Volkswagen cuida ese sabor a tradición, que las siglas GTI han llegado a Polo o a Up!, pero no a vehículos eléctricos ni a un SUV. Ahí, repito, está el encanto de este linaje, que no arriesga porque no le hace falta. Evoluciona tanto como es necesario para seguir siendo lo mismo de siempre, pero mejor que nunca.
Eso sí, ya no es precisamente el auto del pueblo. Volkswagen está haciendo cuentas sobre si debe o no lanzar el nuevo GTI en nuestro país y, si sí, bajo qué configuración. Que su llegada a México esté en "veremos" tiene que ver directamente con eso: el precio. Si el GTI anterior se despidió con una etiqueta de 687,990 pesos, imagínate cuánto costaría este nuevo modelo, que además ya no saldría de la fábrica de Volkswagen en Puebla, sino que se importaría de Alemania. Al final, todas las generaciones de Golf han estado presentes en nuestro país —en mayor o menor medida— y sería triste romper con esa tradición.
9.2
A favor
- Mantiene el estilo clásico de un GTI.
- Es tan cómodo, como divertido.
- Alto nivel de tecnología de infotenimiento y seguridad.
En contra
- No está confirmado para México.
- Su precio podría ser alto.
- El clúster digital tiene buenos gráficos, pero es pequeño.
Volkswagen Golf GTI GTI
780,800 (estimado)
- Motor: 4 cilindros turbo de 2.0 litros
- Potencia: 242 hp @ 5,000 rpm
- Par: 273 lb-pie @ 1,600 rpm
- Transmisión: Automática de doble embrague (DSG) de 7 vels.
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Disco
- Peso: 1,463 kg
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 6.2 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,287 mm
- Cajuela: 374 litros
- Consumo en ciudad: 9.5 km/l
- Consumo en carretera: 17.3 km/l
- Consumo combinado: N.D.
- Capacidad del tanque: 50 litros
- Fabricado en: Alemania