Volkswagen Jetta 2.0 TDI, prueba (parte 1)

Al Volkswagen Jetta le hace falta una renovación mecánica profunda. En noviembre del año pasado nos pusimos al volante de la versión con motor de gasolina y, como recordarás, aplaudimos las mejoras en calidad, pero criticamos fuertemente su desempeño en relación con el consumo de combustible. A falta de una nueva oferta de motores de gasolina, es momento de probar suerte con los diésel.

Esta vez tomamos las llaves del Volkswagen Jetta TDI para vivir en primera persona la experiencia de conducir un auto de motor diésel en México y entender porqué este tipo de mecánicas son más populares que los de gasolina en Europa. Olvida todo lo que sabes de los motores de diésel y que existe uno de gasolina de 2.5 litros en la gama del Jetta. La historia de hoy es muy diferente.

Justo como siempre debió ser

Al hablar en nuestra reseña de los nuevos materiales del interior y la incorporación de una suspensión trasera multibrazo en el Volkswagen Jetta de gasolina, hicimos énfasis en que así debió haber sido el compacto alemán desde que llegó al mercado en 2010. Error. La sexta generación del Jetta debió ser siempre como esta versión con motor TDI, que además de adoptar las mejoras de la versión de 2.5 litros, recibe un bloque de 2.0 litros que desarrolla 140 caballos de fuerza y un impresionante torque de 236 lb-pie.

La cifra de potencia no es deslumbrante, pero la vasta cantidad de par motor se hace notar al primer contacto con el acelerador. Aunque se trata de un motor turbo con un rango limitado de revoluciones, la respuesta es un tanto lineal; a prácticamente cualquier régimen de revoluciones hay suficiente fuerza para rebasar o ganar velocidad con facilidad, y el lag es casi inexistente. De hecho, bajo algunas circunstancias el auto se avienta sin siquiera haber llegado a la mitad del recorrido del acelerador.

A la alta dosis de torque se suma el buen trabajo de la transmisión automática DSG de 6 velocidades. Al hundir el pie en el acelerador, la caja comprenderá rápidamente que lo que queremos hacer; en lugar de estirar la velocidad actual, casi al instante realiza el cambio descendiente y escala rápido en revoluciones. Motor y transmisión llevan al Volkswagen Jetta TDI de 0 a 100 km/h en 10.2 segundos.

Otro factor que nos llamó la atención es el nivel de insonorización y de refinamiento del motor del Jetta TDI. A diferencia del Volkswagen Vento TDI que probamos el año pasado, este bloque es mucho más silencioso, transmite menos vibraciones a través del acelerador y de la palanca de velocidades y su respuesta es menos tosca. Este motor 2.0 TDI es bastante más moderno.

Balance perfecto

La combinación entre desempeño y rendimiento de combustible hacen al Jetta TDI uno de los compactos más interesantes del segmento.

Cuando el ahorro es prioridad

Por un lado, el Volkswagen Jetta TDI reacciona casi como algunos deportivos hatchback; por el otro, consigue un rendimiento que ya envidian algunos coches más pequeños. Gracias a la elasticidad de la caja, el compacto alemán nos puede mostrar su cara más ahorradora al conseguir con cierta facilidad un rendimiento de cerca de 17 km/l en autopista; en ciudad, con embotellamientos y siendo exigentes con el acelerador en los tramos que lo permite, el Jetta TDI nos sorprendió con 14.2 km/l.

La pregunta del millón es el precio del diésel en comparación con la gasolina. Se coloca justo entre la gasolina magna y la premium, con un precio de 14.2 pesos por litro. Así, el costo por kilómetro del Volkswagen Jetta TDI es de aproximadamente un peso por kilómetro. Si somos muy ahorradores, la autonomía del Jetta TDI puede extenderse hasta más de 700 kilómetros, lo que equivale a cargar gasolina diésel cada dos o tres semanas, dependiendo del recorrido diario y las condiciones de manejo.

Continuará...

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