Volkswagen T-Cross 2022, lo manejamos: cambia a pasaporte indio y estrena motor turbo en México
Los B-SUV se están vendiendo como pan caliente, y eso llevó al Volkswagen T-Cross 2022 a ajustar su fórmula. En esencia estamos ante el mismo T-Cross que antes, pero ahora que se fabrica en India, Volkswagen pudo permitirse traerlo a México con novedades muy específicas que hacen mucho a favor de su SUV más pequeño: motor turbo, retoques de diseño y más tecnología.
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Como tal no se trata de una nueva generación, sino de un facelift que quizá no llega ni a ser tan profundo en términos de diseño. Los cambios principales se encuentran en el frontal, donde veremos un nuevo diseño de faros, de cofre, de parrilla y de fascia, todos con un aspecto más cuadrado y un estilo que me recuerda al Tiguan R-Line antes de su rediseño. Desde atrás también hay algunas novedades, como un nuevo diseño de parachoques y calaveras de LED que ahora encienden por todo lo ancho de la tapa de la cajuela.
Respecto al T-Cross que ya conocíamos, importado desde Brasil, el modelo nuevo ahora es 22 mm más largo y 44 mm más bajo, aunque en realidad la distancia entre ejes es la misma, al recurrir a la misma plataforma MQB A0. Pero antes de hablar de sus entrañas, demos un repaso a las novedades en la cabina.
¿La calidad es la misma?
Lo que encontramos a bordo del Volkswagen T-Cross 2022 es lo mismo que en el modelo que se importaba a México desde Brasil. Todos los plásticos son rígidos —salvo los recubrimientos en cuero para descansabrazos y asientos—, pero la combinación de tonos y texturas realza la sensación de calidad. La selección de materiales, por lo tanto, es la misma; quizá cambien los proveedores, pero dan con el mismo resultado.
En lo que respecta a ensambles, no había algún ruido que acusara falta de solidez en el armado o alguna zona donde visiblemente hiciera falta un mejor ajuste entre piezas, al menos no en la unidad que probamos, con tan solo 900 km recorridos. Habrá que probarlo a largo plazo.
Ya hablando en concreto de las novedades al interior, el T-Cross 2022 recibe nuevos controles de A/C táctiles. En ocasiones anteriores he mencionado lo mucho que estoy en contra de páneles táctiles para controlar el climatizador, aunque en este caso me parece bien logrado: tiene relieve para saber qué estamos tocando y se controla por gestos, deslizando el dedo para aumentar o disminuir temperatura o velocidad del ventilado.
Otras de las novedades a bordo son el nuevo diseño de volante y el cuadro de instrumentos digital, que ahora es más pequeño —pasa de 10.25" a 8"— pero mantiene buenos gráficos e información relevante para el conductor.
El resto del equipamiento de esta versión Highline incluye quemacocos, llave inteligente, infotenimiento VW Play con pantalla de 10" y compatibilidad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay, sensor de lluvia, faros de LED de encendido automático, espejo retrovisor electrocrómico.
La novedad más importante en términos de tecnología se encuentra en la introducción de asistencias de conducción más avanzadas, como la alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia, aunque curiosamente ahora ya no lleva monitor de punto ciego. Y ya hablando de cosas que pierde con esta actualización, también se despide del techo panorámico —ahora sólo es quemacocos— y de los vidrios eléctricos de un toque más allá del del conductor.
Para terminar el repaso de la cabina, hablemos de espacio. Aunque cambia de procedencia y las dimensiones exteriores varían ligeramente, la distancia entre ejes no cambia, por lo que conserva el buen lugar para piernas y para cabeza que ya ofrecía desde un principio. Quienes viajen atrás además tienen a su alcance dos puertos USB de carga (tipo C), salidas de A/C y múltiples espacios para colocar objetos, incluido un descansabrazos central con portavasos.
El Volkswagen T-Cross 2022 ahora lo apuesta todo al turbo
A nivel manejo tampoco hay diferencias notables entre el Volkswagen T-Cross fabricado en India o en Brasil. Como lo he dicho antes, lo mejor que tiene Grupo Volkswagen ahora mismo son sus plataformas globales; independientemente del modelo, las entrañas del auto son buenas y eso se nota al momento de conducir.
El T-Cross es un SUV totalmente orientado a la ciudad. Es suave, cómodo y absorbe correctamente los impactos con baches, pero a la vez se comporta de manera sobresaliente en carretera; se apoya bien en curvas, se siente ligero y va bien plantado sobre el asfalto, sin hacer movimientos extraños de carrocería. Esto habla de un buen trabajo de suspensión, al que se suma una dirección suave, pero que se va endureciendo con la velocidad hasta tener el grado necesario de peso para transmitir la precisión necesaria.
Lo más importante es el nuevo motor. Ahora que llega desde India, Volkswagen por fin se anima a ponerle el motor 1.0 TSI —tres cilindros— de 114 hp y 131 lb-pie con transmisión automática Tiptronic de seis cambios. Este motor, sin duda, supera al atmosférico de 1.6 litros del modelo anterior, aunque tampoco lo vuelve un SUV rápido. Ágil sí.
El objetivo de este motor en un país como México, donde muchas ciudades están a gran altitud, es no perder potencia como sucede con un motor atmosférico. Al final de día, el T-Cross responde con cierta agilidad, aunque no llega a sentirse explosivo ni deportivo. En carretera le cuesta relativamente poco trabajo rebasar, y es capaz de recuperar velocidad, aun yendo rápido, sin demasiada dificultad.
En ciudad es quizá donde se extraña una mayor cilindrada. El turbolag se vuelve evidente al arrancar desde cero, o tras pasar topes. En ocasiones obliga a hundir el pie a fondo hasta comenzar a sentir la patada —que llega por ahí de las 3,000 rpm—. Además, si la transmisión no está en modo S, el motor se moverá siempre a revoluciones bajas, en busca de un mejor rendimiento de combustible. De hecho, su gracia está ahí, en un promedio de alrededor de 12 a 13 km/l en ciudad.
Una pregunta recurrente es: ¿cómo se mueve comparado con Nivus? A pesar de ser lo mismo, no son iguales. Ambos fueron desarrollados sobre la plataforma MQB A0, pero Nivus lleva la versión con distancia entre ejes corta —la misma que Arona, Ibiza o Polo—. Nivus se siente más divertido, más ágil y transmite una mejor sensación de conexión con el conductor; T-Cross resulta más cómodo, más amplio y de enfoque más familiar.
El T-Cross gusta por eficiencia, manejo y espacio
El Volkswagen T-Cross 2022 llega a México con un precio desde 419,990 pesos. Su gama está compuesta por tres niveles de equipamiento: Trendline, Comfortline y Highline, siendo este el más equipado y con precio de 484,990 pesos. Teniendo en cuenta el nivel de equipamiento, la tecnología, el motor y el espacio, me parece una opción equilibrada, sobre todo al tener en cuenta que la categoría ya se mueve en ese rango de precios para sus versiones tope de gama.
Entre sus principales competidores encontraremos a prácticamente todo el abanico de B-SUV a la venta en México: Captur, Duster, Creta, 2008, Arona... porque T-Cross viene con un rango de precios bastante amplio, y que crecerá a finales de año con la introducción de una nueva versión de acceso, con motor 1.6 MPI, y precio debajo de 400,000 pesos.
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