Receta sueca, cocina estadounidense, probamos el nuevo Volvo S60 T6 AWD previo a su llegada a México
Cómo ha cambiado Volvo. Y para bien. Debo aprovechar para recordar de la Visión 2020 en la que ninguna persona resultará gravemente herida o fallecerá al volante de un vehículo de la marca sueca. Fuertes declaraciones.
Entonces estamos seguros —muy seguros— que el nuevo S60 es un coche que nos presenta la evolución de la construcción reforzada de su estructura, de los sistemas activos y pasivos de City Safety, y que además, se maneja mejor, contamina y gasta menos que antes.
El escenario ideal para conocer a fondo al S60 2019 fueron las montañas, valles y costa californiana, donde la pintura roja de la versión T6 R-Design AWD se dejó bañar por el sol de estas latitudes, y lució mejor que la mayoría de los coches premium —que no son pocos— que circulan por la PCH, carretera número 1 de EEUU que cruza los vecindarios más lujosos de la zona metropolitana de Los Ángeles.
A quien no le gusten las nuevas generaciones de la alineación de Volvo que levante la mano —y nos deje un comentario en este post—. Los diseños son más limpios, muy modernos, se abandonó la marcada cintura que prevaleció muchos años, y al interior, simbólicamente hay premios y reconocimientos de todo el mundo al diseño minimalista estilo escandinavo que nos fascina.
Pero no todo es estética, la seguridad dicta los trazos de la carrocería, la altura del tablero de instrumentos, el diámetro del volante y el tamaño de los voladizos frontal y trasero. Sin embargo, T Jon Mayer y su equipo de diseño —con base en L.A.— lograron envolver al S60 con belleza lucidora y líneas atemporales que se quedan impresas en la mente de todos.
La combinación de motor asistido por turbo y supercargador no es novedad, tampoco lo es la tracción integral ni la transmisión de ocho velocidades. Sin embargo, el S60 T6 produce casi 320 hp y 295 lb-pie de par que lo impulsan hasta los 100 km/h en 6.3 segundos y cuenta con cuatro modos de manejo que se diferencian muy bien uno de otro.
Puede ir desde un dócil sedan lujoso cuyo motor 2.0 l se apaga cada vez que frenamos por completo, hasta un respondón deportivo que no realiza los cambios si no rozamos el corte de inyección. La tracción se enfoca en el eje delantero a menos que sea necesario controlar el trasero. La distribución varía en porcentajes según se necesite, y si se activa el ESC Sport, la mayoría se pasa hacia atrás, y se nota.
Es muy fácil mantener el control en la carretera de montaña, la dirección se ajusta con la velocidad, acelera fuerte y frena mejor. No hay subviraje ni balanceos de la carrocería. El S60 es un gran GT a cualquier velocidad.
Al encender el motor, se realiza de manera automática un chequeo de todos los sistemas de seguridad... dicha lista es larga. El completo guardián City Safety se activa a partir de los 4 km/h, incluye monitoreo de punto ciego, detección de peatones y animales en la vía, freno autónomo de emergencia, asistencia de cambio de carril cuando la maniobra es forzada, control de crucero inteligente y Pilot Assist con dirección autónoma y función de seguimiento hasta 130 km/h.
Volvo S60 es cómodo y elegante, el equipo de audio Bowers & Wilkins replica la acústica de la sala de conciertos de Gotenburgo, y la pantalla tipo tableta en posición vertical cuenta con todas las funciones de infoentretenimiento al alcance de los dedos, con iconos claros y muy fáciles de detectar para realizar cualquier ajuste de confort, manejo o información del auto.
Los materiales, ensamble y aislamiento reafirman su estatus de auto premium. El S60 estará en México el primer trimestre de 2019, aunque no sabemos cuáles versiones llegarán. Además de la que probamos (T6 R-Design AWD), están disponibles T5, con motor turbo, sin supercargador, de 254 hp y tracción delantera, y dos más híbridos T6 y T8 Twin Engine con 340 y 400 hp respectivamente, autonomía eléctrica de hasta 50 kilómetros, y asistencia del motor eléctrico situado en el eje trasero para mejorar las prestaciones dinámicas, si así se solicita.
En EEUU, el S60 T6 R-Design cuesta 43,500 dólares. Por el momento desconocemos su precio para México. Si utilizamos esta cifra únicamente como referencia y la convertimos a pesos, el rango queda entre 850 y 900 mil pesos, lo cual lo colocaría entre sus rivales de BMW (340), Audi (S4) y Mercedes (C 400 4MATIC), e incluso un poco abajo de éstos.
T8, te amamos
La versión tope de la gama S60 es el T8 Twin Engine, que también pudimos manejar. Su motorización híbrida funciona igual de bien para ahorrar combustible, como para acelerar más rápido. Está modificado de fábrica por Polestar, quienes han trabajado con la suspensión, frenos y la programación de los modos de manejo.
Puede ser impulsado con electricidad y recargar la pila ya sea con los frenos o con el motor de combustión. La suspensión es de regulación variable de manera automática, así que la marcha no se ve afectada en comodidad, pero sí se nota más capaz en caminos sinuosos.
Los cálipers son dorados, los cinturones amarillos y porta un par de emblemas en una baldosa blanca en cajuela y parrilla. Estas son las únicas diferencias estéticas, pero lo que menos se nota, es lo que más vale, el motor de 400 hp.
El S60 es el primer auto de Volvo diseñado y producido en EEUU sobre una plataforma global, pronto estará disponible en México y más pronto que eso estaremos enterados, y por consecuencia ustedes también de su precio, versiones y equipamiento que se ofrecerá en nuestro país.