Utilizar las palabras “autónoma” y “que tú sigas a cargo” puede sonar contradictorio, pero supone un gran alivio para quienes vemos con miedo la posibilidad de que en el futuro, ante la popularidad de los coches autónomos, no podamos volver a conducir. El sistema Toyota Guardian que la firma japonesa presenta en el Consumer Electronics Show de Las Vegas amplifica el control humano, mas no lo reemplaza.
Siempre que haya una persona al volante, habrá un margen de error. La tecnología autónoma que propone Toyota es un sistema que intervenga sólo cuando sea necesario realizar alguna corrección para evitar un accidente, sea cual sea el vehículo involucrado.
En lugar de reemplazar a las personas al volante, a Toyota le gusta decir que su sistema Guardian combina las habilidades de un humano y de una máquina. El sistema está inspirado en un avión, donde el piloto se hace cargo de algunos botones y la palanca, pero no vuela el avión como tal. Aplicar este principio en un auto es un rato mayor, pues hay muchas variables alrededor: otros vehículos, peatones, ciclistas, semáforos, entre otros.
La idea para desarrollar este sistema vino a la mente de los ingenieros de la marca a raíz de un accidente con un coche autónomo. Su vehículo de prueba circulaba cerca de San Francisco con el modo autónomo desactivado, cuando se vio involucrado en un percance con otros dos vehículos. Lo acontecido quedó grabado para un posterior análisis, en el que los desarrolladores se preguntaron si un vehículo autónomo hubiese sido capaz de evitar el accidente.
La ventaja de este sistema es que puede instalarse en cualquier otro vehículo, sea operado por un humano o por un sistema autónomo de cualquier marca. Toyota tiene en la mira a proveedores de servicio de vehículos autónomos compartidos, para que los usuarios puedan utilizar este sistema que combina cualidades no autónomas con autónomas, siempre en pro de la seguridad.
