El nombre TVR regresó de manera triunfal con el nuevo Griffith, y a diferencia de muchos otros vehículos que se producen en una línea de producción con robots, el deportivo inglés ha tomado una ruta más artesanal en cuanto a su fabricación, para asegurarse que cada auto esté hecho justo como se debe y ofrecer el mejor producto posible a sus clientes.
El nuevo Griffith es construido a mano, uno por uno, por un grupo de trabajadores utilizando el método iStream patentado por el diseñador del auto, Gordon Murray, con el que se acelera la producción y se busca reducir el peso del auto lo más posible. El nuevo Griffith tendrá un motor V8 de origen Ford modificado por Cosworth que producirá 500 caballos de fuerza con el que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4 segundos y llegar a una velocidad máxima de 320 km/h.
Cada vez son menos los autos que se fabrican de manera artesanal para dar paso a la construcción en masa de la mayor cantidad de unidades posible, dejando este estilo de producción a los superdeportivos exóticos. El Griffith no es un Bugatti, pero sí es un deportivo que no será precisamente barato y del que no se fabricarán muchas unidades, haciéndolo un candidato perfecto para este estilo de fabricación.
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