Nissan ha formado una alianza con Sony para crear una campaña con la que piensan promocionar la llegada de Gran Turismo Sport, la entrega más reciente del popular juego que tantas emociones nos ha convidado, gracias a los creativos de Polyphony Digital.
Antes de que esta nueva entrega aterrice el próximo 18 de octubre, Nissan y Sony celebran dos décadas de colaboración conjunta con un reto un tanto complicado: Conducir un GT-R a control remoto, tan solo ayudado con un control de PlayStation.
Para llevar a cabo este reto se modificó un Nissan GT-R con el fin de poderlo manejar a distancia mediante un control DualShock 4 de PlayStation 4. El encargado de controlar este bólido a distancia fue Jann Mardenborough, piloto NISMO, quien a bordo de un helicóptero volando a baja altura controlo.
Moviendo palancas y apretando botones, Jann logró que el Nissan GT-R desarrollara una velocidad superior a los 300 km/h en el circuito de Silverstone. La velocidad máxima lograda por el Nissan GT-R/C fue de 315 km/h, sin tener a nadie al volante.
El auto controlado remotamente se armó tomando como base un Nissan GT-R R35 modelo 2011, equipado con un motor V6 de 542 hp. Durante la vuelta más rápida lograda en Silverstone (1:17:47) por el Nissan GT-R/C se consiguió una velocidad media de 122 km/h, con una máxima de 210 km/h.
Detrás de este bólido se encuentra la empresa JLB Design de Reino Unido, cuyos operarios tuvieron que incorporar en el auto cuatro robots encargados de controlar la dirección, transmisión, frenos y acelerador.
Por su parte, seis computadoras instaladas en la cajuela tuvieron la tarea de actualizar los controles hasta 100 veces por segundo. Un detalle curioso es que el control DualShock 4 no fue modificado de ninguna forma, sólo fue conectado a una computadora, encargada de recibir las señales del control remoto, interpretarlas y enviarlas hacia los sistemas integrados del Nissan GT-R/C.
No debemos dejar de lado la pericia de Mardenborough, quien fue el encargado de controlar la velocidad en las curvas. El piloto NISMO fue ayudado por un sensor Racelogic VBOX Motorsport, que fue el encargado de transmitir la velocidad del auto a una pantalla LCD instalada en el helicóptero.
Con el fin de incrementar la seguridad y evitar desaguisados, se instalaron dos sistemas adicionales, controlados por asistentes, quienes podían activar los frenos ABS y apagar el motor en caso de ser necesario.
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