Los autos eléctricos modernos comenzaron bajo la idea de ahorrar combustible y ser más amigables con el medio ambiente, pero como era de esperarse, alguien vio las ventajas que se podían obtener de utilizar un motor eléctrico como “sobrealimentador” del motor de gasolina, y parece que esa es la ruta que todos los fabricantes de superdeportivos están tomando, incluso los nuevos.
Aria es una nueva compañía americana que presentó su superdeportivo durante el Auto Show de Los Ángeles. El llamado FE está pensado para competir de manera directa con lo mejor que Europa puede ofrecer, y planea competir en el escalón más alto de los autos deportivos con una versión híbrida. El modelo base tiene un motor V8 de 6.2 litros del cual todavía no sabemos cuánta potencia genera, lo que sí sabemos es que esa potencia estará dirigida exclusivamente al eje trasero.
La versión tope de gama será la FXE, que utiliza un motor V8 con 720 caballos acompañado por dos motores eléctricos que le añaden 540 caballos más, para un total de 1,150 caballos de fuerza y 1,316 lb-ft de torque. Contará con una batería de 10 kWh y aunque todavía no se sabe qué transmisión tendrá, se espera una de doble embrague de 7 u 8 cambios proporcionada por Xtrac. La marca dice que el FXE podrá acelerar de 0 a 100 km/h en 2.7 segundos y tendrá una velocidad máxima de casi 340 km/h.
El auto está construido sobre un monocasco de fibra de carbono con carrocería del mismo material y varios componentes de titanio creados con impresión 3D. Aria espera vender más de 400 ejemplares de ambas versiones del auto comenzando con las entregas para finales de 2019. El precio inicial deberá ser poco más de un millón de dólares, algo normal para un auto de estas características, pero será difícil convencer a tanta gente que gaste esa cantidad de dinero en un producto de una compañía nueva cuando hay tanta competencia con mucho renombre.
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