Así es como los SUV le están robando las ventas (¿y el futuro?) a los sedanes
No te sorprenderá saber que el segmento de SUV y crossover está creciendo. Lo has leído aquí y en muchos otros lados. Esta euforia por las camionetas ha robado protagonismo a un segmento muy popular en Estados Unidos y que en México es asociado con personas de un buen nivel adquisitivo: los sedanes medianos.
Son modelos históricamente tan exitosos, que los líderes actuales, como Toyota Camry, Honda Accord, Nissan Altima o Chevrolet Malibu han pasado ya por varias generaciones y nos han acompañado por décadas, sin embargo, estos viejos conocidos parecen estar cediendo su lugar a a los SUV.
Según Motor Intelligence en Estados Unidos, el segmento de los crossover y los SUV grandes es el de mayor crecimiento, acumulando un 7.5% y 6.9% respectivamente, durante el primer semestre de este año en territorio estadounidense. En el polo opuesto, el segmento de los sedanes medianos ha perdido un 14.5%. En total, todo el mercado de los sedanes ha vendido un 11.7% menos respecto al primer semestre del año pasado.
Aunque México siempre ha sido un mercado donde los sedanes son exitosos, la tendencia parece replicar lo que sucede en Estados Unidos. Durante el primer semestre de 2017, las ventas de sedanes medianos cayeron un 3%, mientras que el de los SUV y crossover creció un 7.8%, lo que nos da un claro indicio de hacia dónde se está moviendo el dinero.
¿Un SUV es necesariamente mejor que un sedán?
A nivel percepción, los SUV dan mayor sensación de espacio, además de que algunos consumidores los consideran más durables e incluso más seguros —aunque no sea el caso. La sensación de manejo también es más agradable para la mayoría, pues la posición de manejo es más alta y brinda una mayor sensación de dominio sobre lo que sucede afuera del vehículo. Además, en términos generales, muchos consideran que los SUV ofrecen una mayor relación valor/precio —aunque, nuevamente, no sea el caso.
Hablemos de modelos concretos. Un Honda Accord o un Toyota Camry son mejores que un Honda CR-V o un Toyota RAV4 del mismo precio, pues generalmente son más amplios y tienen motores más potentes, además de ofrecer una mayor distancia entre ejes y un centro de gravedad más bajo que asegure un mejor desempeño dinámico. Sin embargo, la mayoría de los consumidores desconocen esa información.
En la mayoría de los casos, la plataforma de un SUV equivalente en precio a un sedán mediano proviene, en realidad, de un vehículo compacto.
Curiosamente, en muchas ocasiones la plataforma de la que proviene un SUV light —como Honda CR-V— proviene de un vehículo compacto —Civic, en este caso— y no de un sedán mediano —como el Accord. De ahí que la calidad de marcha y el espacio interior sea mejor en el sedán mediano que en el SUV de precio equivalente.
El fenómeno nació ahí, pero poco a poco se ha ido extendiendo. La gama de SUV está creciendo en todas las marcas, tanto hacia arriba, como hacia abajo. Ahora vemos SUV subcompactos como Mazda CX-3 —basado en el Mazda2— o Ford EcoSport —basado en el Fiesta— robándole las ventas a vehículos como el Mazda3 o el Ford Focus.
Para los próximos 10 años, algunos expertos señalan un crecimiento de hasta el doble de ventas de SUV, por lo que no será ninguna sorpresa que lentamente los sedanes vayan quedando rezagados y que los esfuerzos comerciales de diferentes marcas se enfoquen en sus SUV y crossovers.
