Con regularidad escuchamos y vemos colecciones de autos únicos por el mundo, desde piezas clásicas hasta superdeportivos, ediciones especiales y alguna que otra rareza, sin embargo, es poco común que estas joyas se encuentren reunidas en un garaje de México; el Youtuber Shmee150 visitó la colección que tiene un excéntrico mexicano que se hace llamar Don Huayra.
El nombre suena como a un personaje de película, pero si yo tuviera una colección de esta magnitud, también mantendría mi nombre real en anonimato.
La gran colección que tiene este personaje es increíble y casi indescriptible, Shmee10 documentó en un video máquinas como Chevrolet Impala vintage y Chevy Bel Air de 1957 en un tono verde azulado que sobresalen de entre una fila muy bien acomodada, ve otros descapotables.
Entre otros modelos que desfilan en el suelo brillante, se encuentra un Cadillac Eldorado convertible en color rosa y del año 1959, un gran ícono de la firma que tuvo un fuerte impacto en capitales del automóvil como Detroit y que fue diseñado por Pininfarina.
Por supuesto en una colección tan especial no podían faltar los superdeportivos, un Lamborguini Diablo, modelo producido entre los años 1990 y 2001. Su peculiar nombre está inspirado en el toro Diablo, criado por el duque de Veragua en el siglo XIX, que el 11 de julio de 1869 en Madrid, se enfrentó en una batalla épica con el torero José de Lara.
El Fisher Karma complementa con su escultural figura la fila de autos que piden a gritos ser movidos para sacar la furia que los envuelve, después de todo se trata de vehículos que pasan el resto del día guardados y en calma.
Este sedán deportivo tiene un aspecto bastante llamativo, pues se trata de un modelo eléctrico que fue comercializado por Fisker Automotive y fabricado por Valmet Automotive en Finlandia entre 2011 y 2012, Dispone de 4 plazas y en 2016 se le renombró como Karma Revero.
BMW i8 se une al festín, en conjunto con un convertible Mercury Cougar XR-7 de 1970, un Bugatti Chiron en color negro, una gran cantidad de modelos de McLaren, un Ford GT y como cereza del pastel, un Koenigsegg One:1.
Podríamos pasarnos todo el día contando cada detalle y cada dato curioso de las maravillas que se observan detrás de la pantalla, sin embargo, basta con deleitar la pupila e imaginar que todo eso está en nuestras manos, esperando ser dominados una vez más.
