Analizamos la gama del Ford Fiesta, un sedán que ha sabido sortear el paso de los años
Hace ya más de una década que se estrenó la generación del Ford Fiesta que hoy encontramos en los concesionarios. Su oferta de seguridad y confort ha sido sólida desde un principio, lo que volvió mucho más fácil su supervivencia a la llegada de nuevos competidores. Hoy no figura entre el top de ventas de su categoría, pero ¿podemos considerarlo todavía como una opción relevante? Analizamos su gama en México.
La gama está compuesta por dos opciones de carrocería: sedán y hatchback de cinco puertas. Ambos se ubican en un rango entre 210,600 y 283,100 pesos, aunque no todos los niveles de equipamiento están disponibles para las dos carrocerías y la marca todavía nos habla del año-modelo 2017. Si apuntamos a sus principales competidores, apuntamos al Nissan Versa, Hyundai Accent, KIA Rio, Volkswagen Vento/Polo y Toyota Yaris, por mencionar a los más importantes.
Un poco de contexto de esta generación
Esta generación del Ford Fiesta se estrenó en Europa en 2007 y comenzó a fabricarse en México en 2010 para abastecer a buena parte del continente. Hace 5 años recibió un facelift muy sutil que lo dejaba a imagen y semejanza de los últimos lanzamientos de la casa; había cambios ligeros en faros y calaveras, una nueva parrilla trapezoidal y también un diseño más fresco de parachoques delanteros y traseros.
El año-modelo 2017 sigue a la venta. El futuro del Ford Fiesta en México es incierto.
Hoy su siguiente generación ya rueda en Europa, sin embargo, mercados como Brasil ya estrenaron una actualización de la generación actual, con cambios enfocados principalmente en el diseño —está inspirado en el 2018 europeo— y una gama de motores más eficientes, pero aun bajo esta misma plataforma.
El modelo a la venta en México mantiene un diseño atractivo en medio de tantos competidores actualizados recientemente. La clave de su vigencia recae en la constante suma de equipamiento, y es que el paso de los años ha favorecido la llegada de equipamiento de gama alta a las versiones más accesibles. En términos tecnológicos también se ha puesto al día e incluso puede llevar el infotenimiento SYNC 3 en la mayoría de sus versiones.
Su configuración mecánica no sobresale, pero se ubica en el promedio del segmento. Se impulsa gracias a un motor de 1.6 litros de la familia Ti-VCT de Ford y desarrolla 120 hp y 112 lb-pie de par. Está disponible con transmisión manual de cinco velocidades o automática PowerShift de seis cambios.
Por un buen tiempo, su transmisión automática vivió una racha de poca confiabilidad que le costó parte de su reputación en el segmento. La marca ya habla de una caja confiable y no hay reportes recientes de fallas, pero su motor definitivamente va mejor con la transmisión manual, que le vale para promediar 11.4 km/l en ciudad según la EPA.
ESC de serie y buenos niveles de conectividad
Hablemos de sus versiones. La gama está compuesta por los Fiesta S, SE y Titanium; los hatchbacks sólo se pueden con nivel SE, mientras el sedán está disponible en las tres versiones. El modelo de acceso a la gama ya goza de un nivel de equipamiento muy completo frente a lo que hayamos en ese rango de precios: aire acondicionado, rines de acero de 15 pulgadas con tapones, cuatro vidrios eléctricos de un toque, sistema de sonido con 6 bocinas, controles de audio al volante, infotenimiento SYNC con pantalla monocromática de 3.5 pulgadas y comandos de voz funcionales, control electrónico de estabilidad, bolsas de aire frontales y seguros eléctricos de cierre automático.
La siguiente versión es, a nuestro parecer, la más equilibrada. Se coloca en un precio de 233,600 pesos (+21,700 pesos con caja automática) y suma faros de encendido automático, computadora de viaje, rines de aluminio de 15 pulgadas, infotenimiento con pantalla táctil de 6.5 pulgadas e interfaz SYNC 3, sistema MyKey y bolsas de aire laterales, tipo cortina y de rodilla para el conductor. Opcionalmente, el sedán puede llevar un quemacocos; en el hatchback es de serie.
El Titanium, tope de gama, sólo está disponible con transmisión automática y carrocería sedán. Su equipamiento añade elementos como quemacocos de serie, rines de 16 pulgadas, faros de niebla, climatizador automático, tapicería en piel, asiento del conductor con ajuste manual, llave inteligente e iluminación ambiental en siete colores. ¿Su precio? 283,100 pesos.
Una opción sensata que no debería pasar desapercibida
Frente a un Nissan Versa, un Volkswagen Vento o un Chevrolet Sonic en un rango de 210,000 pesos, el Ford Fiesta Sedan S lleva la delantera por el simple hecho de sumar control electrónico de estabilidad. Se queda con sólo dos airbags, como todos los sedanes de ese segmento, pero perfila completo en temas de equipamiento y seguridad. El Hyundai Accent apunta a un rango apenas superior y califica igual de completo.
El gama media nos parece una oferta sensacional. Por 233,600 pesos ya hay un equipamiento de seguridad completo, equiparable con la propuesta del KIA Rio, pero con un sistema de infotenimiento más avanzado. El tope de gama, Titanium, también perfila muy completo aunque no ofrece nada que sus competidores que tengan y, de hecho, se queda corto al no llevar cámara o sensor de reversa —antes de 2017 sí tenía, pero hoy no lo especifica en la ficha técnica— y sin apertura manos libres de cajuela.
El futuro del Ford Fiesta en México es incierto. La marca no parece tener intención de traer la nueva generación a nuestro país y hay rumores que sugieren que la producción local del modelo actual podría terminar en unos meses para dar lugar a un nuevo vehículo, muy probablemente un crossover. Sea cual sea su situación, lo daremos a conocer cuando la información esté disponible.
Precios del Ford Fiesta Sedán en México
- S TM — $210,600
- S TA — $228,400
- SE TM — $233,600
- SE TA — $255,300
- Titanium TA — $283,100