Esta semana fue bastante ajetreada respecto a los recalls que afectaron a diversas marcas, entre ellas Jeep. Ahora toca el turno a Ford que se vio en la necesidad de hacer un llamado a revisión nada menos que a uno de sus autos estrella: el Focus.
El llamado a revisión afecta a más de 58,000 vehículos, todos ellos fabricados en la planta de Wayne, Michigan. Diversos medios de Estados Unidos, entre ellos CNN, afirmaron que los vehículos fueron convocados nuevamente, debido a que la reparación nunca se hizo.
Entre los modelos afectados por este recall se encuentran aquellos equipados con los motores GDI de 2.0 litros fabricados entre 2012 y 2017. Un lote construido entre el 7 de octubre de 2010 y el 23 de julio de 2012, mientras que el segundo corresponde al lapso comprendido entre el 24 de agosto de 2016 y el 13 de abril de 2017.
El segundo grupo afectado por este recall es aquel equipado con motores GTDI de 2.0 litros, concretamente a las versiones ST modelo 2013 y 2014, que fueron ensambladas entre el 3 de mayo de 2012 y el 11 de diciembre de 2014.
La marca del óvalo detalló que 57,400 de los coches afectados están registrados en Estados Unidos, unos 400 en Canadá y 480 en México. El número de referencia de esta campaña es el 19S22 y de hecho la misma Ford ya puso a disposición de todos sus clientes una página web con números de contacto.
Apenas el pasado martes, Ford publicó una nota en la cual explicó que algunos de estos vehículos no recibieron la actualización de software en el módulo de control de tres motriz durante el primer recall realizado a finales del 2108.
El problema radica en el sistema EVAP, que controla la emisión al aire libre de los gases que expele la gasolina desde el depósito. Concretamente la válvula de purga corre el riesgo de atascarse cuando se encuentra en una posición abierta.
De presentarse esta situación se podría generar un vacío excesivo en la línea de combustible y una probable deformación del tanque de combustible. Si esto llegara a suceder se podrían presentar varios escenarios: desde el encendido de el testigo luminoso en el tablero hasta pérdida de potencia en el motor e incluso podría llegar a apagarse.
Como una medida de precaución adicional, Ford aconsejó a todos los propietarios de los coches afectados que mantengan por lo menos la mitad del tanque lleno, mientras se realiza la labor correctiva.
Como mencionamos líneas arriba, la solución es relativamente simple: Reprogramar del módulo de control del tren motriz, con la calibración de software adecuada y, de ser necesario, reemplazar la válvula de purga del depósito. Ford afirma que hasta el momento no se han recibido reportes de accidentes o lesiones relacionados con este problema.
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