Mazda CX-5 Signature 2019, a prueba: no es un premium, pero está cerca de lograrlo (+video)
Recientemente hemos visto cómo Mazda ha ido creciendo y adaptándose muy bien a su nicho, ese de ser una marca de volumen que ofrece productos aspiracionales que se ven y sienten muy bien, tanto en manejo como en materiales. Dando una sensación superior a la de su competencia, en varios aspectos, pero sin caer precisamente en la calificación y precios de un producto premium. Esta semana estuvimos tras el volante del CX-5 Signature, el segundo integrante en unirse a este nuevo nivel que lleva la calidad más lejos y a niveles casi premium.
La sutileza de Mazda para diferenciar sus productos
Si tú pensabas que el Mazda CX-5 iba a tener cambios fáciles de notar para diferenciar las versiones más comunes de la Signature, permíteme decirte que no será así. Por fuera es exactamente igual a un s Grand Touring, el único cambio está en los rines, son de 19" y tienen un diseño distinto con un sólo color, en vez de los bitono.
Fuera de ello tenemos un SUV que no se nota tan grande como otros de sus rivales, pero que si tiene más presencia en el camino gracias a su cofre tan largo y las líneas de expresión que se acentúan bien y llegan a destacar más cuando la carrocería lleva el color Soul Red Crystal tan característico de Mazda.
Encontrarás faros y calaveras LED, quemacocos, rines de 19" y varios detalles cromados en parrilla y ventanas. A grandes rasgos es difícil quitarle la mirada de encima.
Se ve casi igual, pero se siente mucho mejor
Otro gran detalle es el aislamiento de sonido. Ir con todos los cristales arriba, apenas dejará entrar ruido del exterior.
El interior del Mazda CX-5 Signature es el lugar en el que notarás más cambios. Para empezar hay que decir que el diseño es el mismo, pero encontrarás que los insertos de madera en tablero y puertas, sí llevan madera de verdad, también los asientos están forrados en piel y tienen gran enfoque en la comodidad.
Fuera de ello el equipamiento es el mismo de la versión s Grand Touring, tendremos un sistema de infotenimiento con pantalla táctil de 7" que ya es compatible con Apple CarPlay y Android Auto en todas sus versiones. Para Signature y S Grand Touring, tendremos un sistema de audio Bose de 10 bocinas y head up display.
También contaremos con freno de estacionamiento eléctrico, cuadro de instrumentos con computadora de viaje con pantalla a color, control de velocidad crucero, espejo electrocrómico, aire acondicionado automático de doble zona varios puertos USB y varias zonas de almacenamiento aterciopeladas para reducir el ruido que los objetos que llevemos puedan causar.
En la segunda fila, el espacio es decente, puedes meter a tres adultos atrás, pero quien viaje al centro puede sentirse incómodo en viajes largos, pues el túnel de transmisión es algo prominente — el CX-5 que se vende en México sólo tiene tracción delantera, sin embargo, en otros mercados hay modelos AWD y no existen pisos distintos acorde a la tracción, por ello es más notoria su presencia, aunque no haya nada que lleve tracción a las ruedas traseras—.
Si sólo viajan dos personas atrás los disfrutarán más. En tal zona tenemos salida de aire acondicionado y parecería que no hay puertos USB, sin embargo, están escondidos dentro del descansabrazos central, una posición algo extraña para colocarlos, pero a los que rápidamente te acostumbrarás.
En general la percepción de calidad es más que buena, sí hay plásticos duros, pero son de los de mejor calidad y generalmente estarán en las zonas con las que menos contacto tengas, los demás serán materiales, acolchados o de piel. Este interior de verdad te hace sentir que estás en un producto más caro.
El elefante en la habitación ¿o bajo el cofre?
Lo que es aún más notorio y da gran parte del aumento de precio de esta versión es el motor. En CX-5 Signature nos encontraremos con un cuatro cilindros turbo de 2.5 litros con 228 hp y 310 lb-pie de par, acoplado a una caja automática de seis cambios que sólo llevará el poder al eje delantero.
La acción de este motor hace que se sienta más ágil y responsivo en todo momento. El turbo lag no es tan notorio y teniendo en cuenta el enfoque de este vehículo, hace un trabajo más que bueno. Los rebases, incorporaciones y viajes en carretera se disfrutan mucho más.
En ocasiones, especialmente en carretera, nos gustaría tener una caja con una o dos marchas más, especialmente cuando vamos a una velocidad constante, pues a veces por sus mismas seis marchas, puede ir un poco más altas las revoluciones, causando más consumo de combustible. Hablando de consumo, no es tan malo teniendo en cuenta sus 1,656 kg. En ciudad con tráfico pesado nos dio cerca de 8 km/l, mientras que en distancias largas con poco tráfico llegamos hasta los 10.2 km/l.
La dirección es suave, pero bien calibrada. La suspensión demuestra un claro enfoque en la comodidad y nos ayuda a filtrar baches bien, aunque si deja sentir una buena cantidad de balanceo de carrocería al entrar más rápido en las curvas, no se siente nervioso, pero si deja claro su naturaleza de SUV. Parte de su buen control es la intervención del sistema G-Vectoring de Mazda.
Seguro y con un par de asistencias extra
El CX-5 Signature lleva seis bolsas de aire, frenos ABS, frenos de disco en las cuatro ruedas, control de tracción y estabilidad, control de velocidad crucero, cámara de reversa con alerta de tráfico cruzado y detector de punto ciego. Por ser la versión Signature, añade asistente de mantenimiento y cambio de carril, y asistente de luces largas.
El único detalle de este apartado que no nos gustó es la cámara de reversa, misma que tiene una definición baja, en el día funciona bien, pero en las noches la imagen es de las que menor definición tiene.
Es un gran auto, pero no es un premium
El Mazda CX-5 Signature es un producto que sorprende en su manejo y calidad de materiales. Sin embargo, no es un premium como tal. Para llegar a ese calificativo que muchos le dan o le cuestionan, tendría que tener una caja con más marchas, añadir cosas como freno autónomo de emergencia, asientos eléctricos para conductor y pasajero —no sólo para conductor—, calefacción en los asientos, techo panorámico, tal vez visión 360º y dejar en el mínimo la presencia de plásticos duros.
En pocas palabras, es un producto que hace a la perfección su trabajo para hacer sentir al cliente que se está llevando un coche de lujo, y eso es algo que se le aplaude a Mazda, lograr que coches no premium, te den sensaciones como esa no es poca cosa, habla del buen trabajo de diseño, selección de materiales y armado. Repito, no es un vehículo premium, pero tampoco le hace falta mucho para lograrlo. Si priorizas la comodidad, calidad y un manejo divertivo, sin necesidad de tener el mejor espacio y con equipamiento decente, entonces ve a buscar al CX-5 Signature.
Si lo que quieres es más seguridad y puedes sacrificar un poco de desempeño y espacio, el KIA Sportage más completo es una gran oferta, además sí hay opción AWD. Finalmente si lo tuyo es el espacio puro con buenos niveles de equipo y seguridad, tienes al Volkswagen Tiguan y Nissan X-Trail, ambos pueden añadir tercera fila o pedirse sólo con dos para tener cajuelas enormes.
8.7
A favor
- Nivel de refinamiento.
- Respuesta del motor en todo momento.
- Manejo ágil y de sensaciones vivas.
En contra
- La pantalla del sistema de infotenimiento se siente pequeña.
- No hay algunos asistentes que por precio nos gustaría ver.
Mazda CX-5 Signature
$575,900
- Motor: 4 cil. 2.5 litros
- Potencia máxima: 228 hp @ 5,000 rpm
- Par máximo: 310 lb-pie @ 2,000 rpm
- Transmisión: Automática de 6 cambios
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco/Disco
- Peso: 1,656 kg
- Velocidad máxima: N.D
- Aceleración de 0 a 100 km/h: N.D
- Suspensión delantera: Independiente MacPherson con resortes helicoidales y barra estabilizadora
- Suspensión trasera: Independiente Multi-link con resortes helicoidales y barra estabilizadora
- Longitud: 4,550 mm
- Cajuela: 875 / 1,687
- Consumo en ciudad: N.D.
- Consumo en carretera: N.D.
- Consumo combinado: 13.7 km/l
- Emisiones CO2: 171.1 gCO2/km
- Capacidad del tanque: 56 litros