Caminar en las calles de Oakland, una ciudad californiana, ubicada a 10 kilómetros al este de San Francisco, con cerca de 500,000 habitantes, se está pareciendo a una película de ciencia ficción, que incluye un ataque zombi, debido a que los miles de autos abandonados ya son algo común en esta locación.
En los últimos seis meses del año pasado, la suma era de 13,856 coches abandonados, sin embargo, esa cifra podría incrementarse hasta más de 22 mil vehículos al terminar este año. Evidentemente la ciudad se está quedando sin espacio para almacenarlos y, en algunos casos, recurre a apilarlos uno encima del otro, pero los residentes están hartos y frustrados con todos los coches debido a que toda esa chatarra ensucia las calles, bloquea el acceso a las casas, negocios e incluso escuelas, sin olvidar que ocupan valioso espacio de estacionamiento.
De acuerdo con ABC 7 News Bay Area, la mayoría de estos autos fueron robados y posteriormente desvalijados, pero también muchos de ellos son automóviles de segunda mano, muy baratos y ya en mal estado, cuyos propietarios abandonan porque ya son imposibles de reparar, mientras que otros los dejan porque no pueden mantenerlos.
Ante este escenario, y para empeorar más las cosas, el Departamento de Policía de Oakland dio a conocer que ya no atenderá ninguna solicitud para retirar estos coches a menos de que uno de estos autos estorbe la puerta de la casa de un vecino, impidiendo que pueda salir.
Eso sí, quitarlo tardará más de 25 días y el afectado tiene que pagar el servicio de grúa, que puede ascender hasta 9 mil pesos. Además, la policía señaló que el Departamento de Transporte de Oakland debe encargarse de todos los demás vehículos abandonados, lo que puede llevar mucho tiempo, pues también está colapsado.
Una luz al final del túnel podría terminar con esta situación, ya que se aprobó un presupuesto para contratar más empresas de remolque y nuevos espacios para almacenarlos, fuera de la ciudad, así como más personal para que atienda las solicitudes, pero no estarán operativos hasta dentro de dos meses.