La historia de Stefano Domenicali podría sonar contradictoria si se recuerda que por su sangre corrió el rojo de Ferrari por muchos años. Sin importar su pasado, desde 2016 realizó cambios importantes en Lamborghini hasta convertirla en un referente en el mundo de los deportivos, sin embargo, ahora su camino será otro.
Aun mandato al frente de la compañía ha concluido dado que a partir de 2021 se convertirá en el CEO de la Fórmula 1 sustituyendo a Chase Carey. El italiano regresará así a uno de sus viejos amores, el deporte motor, luego de haber pasado un periodo importante de su vida lejos de los circuitos tras su complicada salida de Ferrari a finales del 2014.
Tras dejar las pistas, el nacido en Imola se incorporó de inmediato a Audi como presidente de nuevas iniciativas de negocios, un puesto que apenas ocupó por poco más de un año antes de dar el salto a una de las marcas de mayor prestigio con las que cuenta grupo Volkswagen: Lamborghini.
Para el italiano estar en una marca de alto prestigio no era algo nuevo, pero sí desde la perspectiva de dirigir una compañía. Si bien fue director del equipo Ferrari en la F1, lo cual ya representa uno de los mayores cargos de presión en el deporte motor, su misión ahora no era conseguir victorias en los circuitos, sino hacer que los amantes de los deportivos y de alto poder adquisitivo voltearan a ver de nuevo a la firma.
Los números y la economía no eran algo a lo que no estuviera acostumbrado, porque uno de sus primeros trabajos en la industria fue en el departamento de finanzas de Ferrari, marca en la que fue escalando pasando por áreas como el enlace con patrocinadores, jefe de personal y director deportivo, lo cual le dio un conocimiento vital para su éxito.
Su golpe más importante sin duda fue la ejecución y producción de Urus, un SUV con capacidades de un deportivo y que muchos estuvimos incrédulos previo a su presentación, situación que cambio al instante en el que vio la luz y dio paso para que otras marcas como Bentley, Aston Martin e incluso Ferrari se atrevieran a entrar a este segmento.
Cuando Domenicali parta a la Fórmula 1 dejará atrás un legado importante: en su gestión duplicó el número de ventas de Lamborghini, pero además reposicionó la marca a nivel global.
Por ahora no existe un sustituto para su cargo en la firma de súper deportivos, pero quien llegue tendrá una labor difícil de igualar.