Carroll Shelby no solo preparó autos americanos, también estuvo detrás del japonés más caro de la historia
Carroll Shelby es una leyenda de los autos y siempre se le relaciona con marcas estadounidenses, principalmente Ford, aunque eso no significa que no haya participado en otros proyectos de suma importancia. Por ejemplo, llegó a colaborar con Chrysler, pero lo que no muchos saben es que también creó autos de leyenda con Toyota. De hecho, uno de esos autos que intervino se convirtió en el auto japonés más caro de la historia en subasta. Así es la historia de Carroll Shelby y el Toyota 2000 GT.
Un deportivo para demostrarle al mundo que en Japón no todos los autos eran pequeños y lentos
La industria automotriz tras la Segunda Guerra Mundial fue una de las que más progresó, aunque dependiendo de la región y de diversas otras causas, su avance fue distinto. Mientras en Estados Unidos se apostó todo por el espacio y poder descomunal, en Europa todo se enfocó a la aerodinámica y el estilo. Mientras tanto en Japón, fuertemente golpeados por sanciones y la destrucción, su industria automotriz se enfocó en el mayor aprovechamiento de recursos, eficiencia y fiabilidad.
Durante años los autos japoneses no estuvieron a la altura de lo que se producía en América o Europa. Por ello mismo y por un crecimiento exponencial de la economía nipona, algunas marcas decidieron darse a la tarea de expandir los límites de su industria. Toyota fue una de ellas y durante los 60 presentaron al ahora legendario Toyota 2000 GT, un gran turismo deportivo que fue reconocido por su diseño, poder y capacidad de medirse cara a cara con deportivos europeos de elite.
Toyota no quería que el 2000 GT solo fuera un auto de calle, querían que también liderara sus esfuerzos en el mundo del deporte motor y también usarlo como una declaración de poder en otros mercados, por ello tuvieron la intención de competir en Estados Unidos y es ahí donde la leyenda de Carroll Shelby tiene un papel sumamente importante.
Todo indica que fue el mismo Carroll Shelby el que se acercó a Toyota para ofrecer sus servicios de modificación y puesta a punto tras haber visto un 2000 GT de desarrollo. En Toyota no tardaron en llegar a un acuerdo para autorizar a Shelby para recibir tres 2000 GT, de los primeros modelos salidos de la línea de producción.
Toyota tenía la meta de competir en la SCCA de Estados Unidos, una categoría multimarca que tendía a ser bien reconocida y donde los éxitos se transformaban rápidamente en ventas y una gran reputación para los vencedores. Es así que Shelby modificó estas unidades en motor, transmisión, suspensión, escape y reducción de peso para hacerlos competitivos.
Estos 2000 GT llevaban un motor Yamaha de seis cilindros en línea que producían cerca de 150 hp, que para nuestros días suena a poco, pero en sus tiempos, junto a una construcción ultra ligera, eran más que suficientes para llegar a los 220 km/h.
Los Toyota 2000 GT preparados por Shelby solo compitieron en el campeonato 1968 de la SCCA donde lograron el tercer y cuarto lugar del campeonato, superados por dos Porsche 911, sin embargo, fue más que suficiente para que la percepción de Toyota fuera cambiando.
A inicios de 2022, uno de estos Toyota 2000 GT intervenido por Shelby se volvió el auto japonés más caro del mundo, al subastarse por 2.1 millones de dólares, es decir, por más de 42 millones de pesos, prácticamente el precio de un Bugatti Chiron nuevo.