KIA Forte 2019, al volante de un compacto coreano con ánimo de conquista
El KIA Forte pertenece a la primera alineación de modelos con los que la firma coreana incursionó en México hace algunos años. Las primeras unidades se importaban directamente desde Corea del Sur; al llegar el facelift, su producción arrancó en México. Hoy su nueva generación está lista para dar continuidad a la ofensiva de KIA en el segmento de los sedanes compactos.
Triunfar en esta categoría sin un producto con chispa es complicado. Bien sea a través del diseño, del motor o de los acabados, los sedanes compactos se han vuelto más pretenciosos. El KIA Forte 2019 busca la atención a través de un diseño llamativo, inspirado en el Stinger —según la marca.
El frente es notablemente más bajo y la silueta se desvanece con elegancia en el poste C para simular el estilo de un coupé. Lo cierto es que la silueta sigue siendo la de un sedán que quiere aprovechar al máximo el espacio interior. La distancia entre ejes es igual a la generación anterior, sin embargo, la carrocería crece 81 mm para mejorar el lugar para equipaje. En general, el aprovechamiento del espacio en la cabina es bueno, aunque el lugar para cabeza no sobra en ninguna plaza, incluidas las delanteras.
El Forte 2019 conserva la plataforma de la generación pasada, luego de haber pasado por un meticuloso proceso de revisión para conseguir una construcción más sólida. De este modo, el auto evoluciona en un compacto de marcha más refinada, mejor insonorizado y más seguro. La rigidez estructural se incrementó un 16% gracias al uso de materiales de ultra alta resistencia, nuevos adhesivos y más componentes estampados a calor.
Mejoras notables en la cabina
De todo lo que mejora en el KIA Forte 2019, la cabina se coloca hasta arriba. La generación pasada no se distinguía por los acabados más ostentosos ni el diseño más cuidado; el nuevo modelo no sólo da un salto en la selección de materiales, también en las formas del tablero. Sigue las últimas tendencias de la industria al adoptar una pantalla flotante de 8 pulgadas en todas las versiones, así como rejillas de ventilación estilo turbina. El diseño horizontal busca incrementar la sensación de espacio interior.
Los acabados mejoran notablemente y el diseño ahora es más limpio y horizontal.
Los materiales no son los referentes de la categoría, pero ahora lo colocan en una posición más cómoda dentro del segmento. La mayoría son agradables a la vista y al tacto, sobre todo aquellos con los que más contacto tenemos: botones en el volante, zona superior del tablero y controles del climatizador. Además de la clásica tapicería negra, KIA ofrece la opción de una nueva opción en combinación con rojo para detalles en asientos y paneles de puertas.
La relación valor/precio seguirá siendo de peso
Al igual que la generación anterior, su mayor fuerte se encuentra en la cantidad de equipamiento respecto al precio. El modelo de acceso a la gama, el Forte LX, logra colocarse por menos de 300,000 pesos —con transmisión manual— con una oferta muy competitiva, que incluye infotenimiento compatible con Android Auto y CarPlay, equipo eléctrico, rines de aluminio, control electrónico de estabilidad, seis bolsas de aire y cámara de reversa.
La siguiente versión es el Forte EX, que con una etiqueta de 332,900 pesos, nos parece el más interesante de la gama. Suma luces de conducción diurna de LED, espejos abatibles eléctricamente, descansabrazos central deslizable, ducto de ventilación trasero, control de velocidad crucero, llave inteligente, sensores de estacionamiento y cajuela de apertura manos libres.
A nuestro parecer, la versión más interesante es la EX. Muy completa por 332,900 pesos.
El tope de gama, el Forte EX Premium, suma elementos de seguridad, tecnología y confort, como faros de LED, rines de aluminio de 17 pulgadas, quemacocos, asiento del conductor de ajuste eléctrico, espejo retrovisor electrocromático, tapicería en piel, climatizador automático de doble zona, monitoreo de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, cargador inalámbrico para smartphones y selector de modos de manejo. ¿Precio? 362,900 pesos.
Adicionalmente, KIA ofrece una cuarta versión alternativa como acceso a la gama, aparentemente exclusiva para flotilla y con recortes de costos para conseguir un precio de 258,900 pesos. Pierde los rines de aluminio, los frenos traseros de disco, las bolsas de aire laterales y tipo cortina, los asientos abatibles y los faros de niebla.
Misma plataforma, mejores resultados
A pesar de conservar la base de la generación anterior, la nueva configuración del KIA Forte consigue una marcha mucho más refinada y de intención un tanto deportiva. Si bien el confort sigue siendo un factor dominante, se logra un mejor sabor gracias a la pisada firme de la suspensión y los neumáticos de perfil 45 con rines de 17 pulgadas —sólo para versión EX Premium.
La dirección, que era una asignatura pendiente en la generación anterior y en la unidad preserie que condujimos hace unos meses, muestra un buen trabajo. Conserva su tacto artificial, pero ahora es más rápida y directa. La ruta que seguimos en la Península de Yucatán fue escasa en curvas, por lo que no pudimos probar a profundidad las capacidad del chasís para asimilar transferencias de peso; si nos quedamos con la experiencia del Forte de preproducción, la conclusión es que no va mal en curvas, pero se lleva mucho mejor con las rectas. El suvbiraje no tarda en presentarse y nos recuerda que se trata de un compacto familiar.
El motor continúa apretado en desempeño, pero la nueva transmisión ayuda a mejorar su consumo.
El motor es probablemente uno de sus puntos más flacos, y es que por el rango de precios en el que se ubica, los propulsores de Mazda 3 de 2.5 litros, de Honda Civic con motor turbo, de Ford Focus y de Volkswagen Jetta se notan más animados. En favor del Forte, el ciclo Atkinson de su motor de 2.0 litros ayuda a mantener un buen rendimiento de combustible. Se trata del mismo bloque de la generación anterior, con 147 hp y 132 lb-pie, sin embargo ahora es mucho menos sediento gracias a una nueva transmisión CVT.
Este tipo de cajas suelen ser criticadas por ser... como son. En el caso del Forte, sorprende lo bien resuelta que está. La emulación de velocidades es bastante realista, los pretensores de poleas ayudan a agilizar los cambios y el difusor de ruidos y calor —sumado a un regulador interno de temperatura— suman puntos en confort y fiabilidad luego de una conducción exigente prolongada.
La caja CVT está muy bien desarrollada. A manos poco entrenadas pasa como automática convencional.
Casi todo el tiempo esta transmisión se siente como si fuera una automática convencional. Rara vez se estanca en algún punto del tacómetro y produce pocas vibraciones. Lo poco que delata su naturaleza CVT es la sensación de acelerarse de más cuando se suelta el pedal del acelerador con el motor revolucionado. No llega a ser incómodo, pero en una automática convencional esto no sucede. En su favor, es más rápida que la transmisión que reemplaza y ayuda a obtener mejores consumos. En carretera, a buen ritmo, logramos un promedio en torno a 15 km/l —eso sí, al nivel del mar.
El conjunto del motor con la transmisión no busca récords de aceleración. A decir verdad, incluso al nivel del mar las prestaciones son algo apretadas. Su propósito es exprimir al máximo cada litro de gasolina, no cada caballo de fuerza. Para quien busque una conducción más ágil, quedan otras opciones dentro del segmento... hasta que KIA se anime a introducir un motor turbo a este auto —que ya está en pláticas.
Cambia de generación, pero no de intenciones
El KIA Forte 2019 es un sedán que no quiere perder relevancia. Para lograrlo recurre a la agresiva estrategia de precios de los coreanos. Sin ser el referente en conducción, acabados, desempeño o equipaimento, la propuesta de los coreanos vuelve a dar de qué hablar con una buena nota en casi todos los apartados, rematado por un precio al que sus competidores deberían temer.
Si se busca un sedán cómodo, bien equipado y con el respaldo de 7 años de garantía que ofrece la marca, el Forte es una opción interesante de la que deberán cuidarse Toyota Corolla, Volkswagen Jetta, Nissan Sentra y Hyundai Elantra, principalmente. Desde una posición más incómoda, podría hacer ruido también a Honda Civic y Mazda 3 Sedán.