Probamos el KIA Soul, ¿vale la pena desde su versión base?

Usualmente, cuando pedimos un auto a alguna marca, nos envían la versión más equipada. Esta vez fue distinto. En lugar de recibir un KIA Soul con carrocería en dos tonos y motor de 2.0 litros, quedamos al volante de la versión con carrocería en un solo tono, motor de 1.6 litros y transmisión manual. El Soul LX —el más barato de la gama— llegó al garaje de Motorpasión México.

A diferencia de otros autos, en el KIA Soul sí que importa la versión elegida; los cambios van más allá del equipamiento. La estética, los motores y la transmisión son diferentes, y por ello vale la pena analizarlo por separado. Respondamos, pues, la pregunta del millón: ¿El KIA Soul vale la pena desde su versión base?

El KIA Soul es como una caja de leche convertida en auto

Mis amigos me conocen por utilizar metáforas extrañas. Para describir al KIA Soul, no podía hacer menos que compararlo con una caja de leche: es cuadrado por todos lados. Independientemente de si te gusta o no, hay que reconocer que la propuesta estética de este... monovolumen llamémoslo SUV, es diferente a cualquier otra cosa que nos encontremos en las calles.

Para esta versión, la carrocería va pintada en un solo tono y podemos elegir entre nueve colores. Si te gusta la variedad, mejor quédate con el Soul LX, porque el modelo EX, con el motor de 2.0 litros, sólo se puede pedir en cuatro colores... eso sí, combinando la carrocería con un tono distinto en techo y espejos.

Una vez que abrimos las puertas del Soul, encontramos un interior que convence, pero no está al mismo nivel que el modelo que manejamos hace unos meses. Es lógico que, al tratarse de la versión de acceso, algunos acabados laqueados y cromados sean sustituidos por simple plástico. De cualquier forma, la sensación de calidad general es buena, y aunque el plástico del volante y la palanca de velocidades nos haga dudar, en este apartado sigue siendo superior a una Renault Duster o una Suzuki Vitara, y al nivel de cualquier otro SUV del segmento.

Su punto fuerte es la cantidad de equipamiento que te llevas a casa

Además del diseño tan peculiar, la mejor carta de presentación del KIA Soul base es el nivel de equipamiento. Por los 244,900 pesos que pide la marca, te llevas un SUV con aire acondicionado, equipo eléctrico, computadora de viaje, sistema de sonido con entrada auxiliar, conexión Bluetooth y puerto USB, controles de audio al volante y pantalla táctil de cinco pulgadas, desde donde se controla el sistema de infotenimiento y se ve —con cierta dificultad, por el tamaño— la cámara de reversa. Ahora bien, en lo referente a seguridad, estamos protegidos por frenos de disco en las cuatro ruedas, ABS, controles de tracción y de estabilidad, seis bolsas de aire y sistema de monitoreo de presión de llantas. Muy completo.

Cuando toca hablar de espacio, la carrocería cuadrada muestra sus ventajas. A lo alto hay suficiente espacio para cabeza, mientras que a lo ancho y a lo largo califica como aceptable. No es lógico esperar un habitáculo tan espacioso en un vehículo que, aunque no lo parezca, mide sólo 4.14 metros —apenas 8 cm más que un SEAT Ibiza.

¿122 hp son suficientes para un SUV?

Digamos que sí, suficientes sí son, sobre todo si acostumbramos trayectos urbanos. Su motor de 1.6 litros ofrece lo necesario para hacer frente a la mayoría de las situaciones cotidianas, y más aún cuando va asociado a la transmisión manual de seis velocidades, de embrague y cambios muy cómodos, que permite aprovechar cada caballo y libra-pie.

En rebases o incorporaciones a vías rápidas, tendremos que recurrir a la parte alta del tacómetro; si no revolucionamos tanto el motor, hundiremos el pie a fondo y no encontraremos la reacción esperada. En el polo opuesto, una vez que alcanza buena velocidad, es fácil mantenerla y ahorrar combustible a la vez. En ciudad, nosotros conseguimos un promedio de 10.7 km/l.

Su manejo nos dejó un sabor de boca tan bueno como el que tuvimos en nuestro primer contacto hace unos meses. La dirección ofrece suficiente retroalimentación y permite ajustar su dureza según los gustos del conductor, a través de tres modos de operación: Comfort, Normal y Sport. La suspensión, por su parte, absorbe perfectamente los baches; por sus reacciones, nos recordó mucho al manejo del Rio.

Mientras lees esto, la gama se amplía y el Soul cambia de rostro

La versión que probamos corresponde al año-modelo 2016. Para 2017, el Soul estrena ciertos cambios estéticos, gana equipamiento y da la bienvenida a una nueva versión, con motor turbo de 202 hp y transmisión automática de doble embrague. Así, el SUV de los coreanos se coloca como uno de los modelos más interesantes de su categoría, con buen equipamiento, tres opciones de motor, garantía de siete años y un diseño bastante singular.

Incluso en su versión de entrada, el KIA Soul es una propuesta difícil de ignorar. Aunque Mazda CX-3, Suzuki Vitara, Hyundai Creta, Ford EcoSport, Nissan Kicks y Chevrolet Trax, entre otros, son opciones tentadoras, la balanza de precio/valor/equipo se inclina, una vez más, hacia los coreanos, sobre todo por el nivel de seguridad que ofrece por 244,900 pesos.

Ficha ténica del KIA Soul LX

' Cifras oficiales del fabricante