Mazda 3 turbo, ahora en pista: un hatchback rápido, que prefiere el confort antes que las hot-laps
Desde el primer minuto, Mazda nos dejó claro que a su Mazda 3 turbo no le interesa medirse contra Volkswagen Golf GTI ni SEAT León CUPRA, y lo comprobamos hace algunas semanas en nuestra prueba. Aun así, la firma japonesa decidió organizar un track day para permitirnos catar con más detalle las capacidades de su nuevo modelo.
La cita fue en el Autódromo Miguel E. Abed, en Amozoc. Realizamos algunos ejercicios de conducción extrema y finalmente llevamos al Mazda 3 turbo a circuito abierto, donde nos sorprendió el equilibrio que aporta el sistema de tracción integral y el comportamiento del motor, que entrega potencia de manera progresiva, como si fuese atmosférico.
Al momento de trazar curvas, el auto transmite mucha sensación de precisión gracias a una dirección con el peso correcto y a que se apoya correctamente, pero es mucho menos permisivo que un hot-hatch. Las asistencias intervienen pronto para ayudarnos a conservar la trayectoria, lo cual es muy bueno cuando pensamos en carretera, aunque en pista lo prive de un comportamiento más juguetón.
Cuando decimos que el Mazda 3 turbo no es un hot-hatch, nos referimos justamente a eso: la puesta a punto mira con mejores ojos a la comodidad que a las hot-laps, a pesar de que la ficha técnica y el sistema de tracción integral nos inviten a compararlo contra cualquier hatchback de alto desempeño.
Al final, llevarlo a pista nos permitió comprobar que, sin ser su escenario predilecto, el Mazda 3 turbo es capaz de mantener la compostura en situaciones al límite y que su motor de 227 hp y 310 lb-pie es capaz de emocionar —le toma 6.1 segundos llegar a 100 km/h. No es rabioso ni demasiado juguetón, pero sí rápido, preciso y equilibrado.
El Mazda 3 Signature tiene claro a su tipo de cliente
Con esta versión, Mazda persigue a esos clientes que quieren un compacto cómodo, refinado y rápido. Ahí es donde encaja la buena insonorización, la marcha sedosa y esos interiores que dejan claro el upgrade en el que ha trabajado Mazda. Ni es premium ni juega al nivel de una marca de volumen; se coloca en medio.
El equipamiento es otro aspecto clave de este nuevo tope de gama. Incluye sistema de sonido Bose de 12 bocinas, head-up display, espejo interior y lateral izquierdo electrocrómico, faros de LED dirigibles, monitor de punto ciego, tapicería en piel e infotenimiento con pantalla de 8". Hay un cargador inalámbrico para teléfonos como opción.
Quizá estés de acuerdo conmigo en que luego de este año tan complicado, nos merecíamos ver un Mazdaspeed3. Los fanáticos lo pedíamos, pero números son números, y las matemáticas le dieron la razón al apellido Signature, con precio de 529,900 pesos. La versión s Grand Touring ofrece este mismo motor, con algo menos de equipamiento, a partir de 489,900 pesos. ¿El sedán? El próximo año.
