Mazda 6 2019, al volante del 'seis' que por fin lleva el motor que merece
El Mazda 6 es uno de los viejos conocidos del segmento. A lo largo de sus días ha echado mano de distintas actualizaciones para disimular los 5 años que ya lleva a cuestas la generación actual. Su último facelift ya está en México y viene bien cargado de novedades, entre ellas un motor que por fin hace justicia al célebre zoom-zoom.
La cita para conocerlo fue muy temprano en la mañana al poniente de Ciudad de México. Las unidades que conduciríamos más tarde rumbo a San Miguel de Allende esperaban en la entrada. Me di un momento para analizar qué hay de nuevo con su diseño. Antes de que alguien de la marca me lo explique, identifico una nueva parrilla, menos plástico negro en la parte trasera y también una fascia parecidísima a la del nuevo CX-5.
En general, desde afuera, lo que cambia es poco, pero suficiente para que el cambio del modelo 2019 sea evidente. La pintura Rojo Brillante también es nueva, como lo son el diseño de rines de 19 pulgadas, los faros y la estructura interna de las calaveras. Fuera de eso, no esperes que tus ojos encuentren más cambios si las puertas están cerradas.
Cuando una marca de volumen juega a ser premium
Apenas termino de desayunar, tomo las llaves del mismo Mazda 6 que estuve contemplado más temprano, uno de interior café con carrocería roja. Abro las puertas y hago memoria de la última vez que me subí a un Mazda 6, que tampoco fue hace mucho. Noto un gran salto en materia de calidad, sobre todo porque ahora hay menos superficies de plástico y, además, porque la versión en mis manos es nueva dentro de la gama y goza de acabados especiales. Sí, el famoso Signature de Mazda.
Para la firma japonesa, Signature es sinónimo de refinamiento y significa tapicería en piel Nappa, detalles en gamuza, insertos de madera auténtica y algunos elementos en un material con pinta de aluminio cepillado que convence a la vista y al tacto. El cuidado al detalle es tal, que incluso zonas habitualmente olvidadas, como los respaldos de los asientos o los paneles de las puertas traseras, gozan de insertos en madera, plásticos gomosos o detalles de "aluminio cepillado".
He de confesar que la tapicería café del modelo que estuve conduciendo no es mi favorita. La serie de contrastes logrados en la cabina color hueso me parece mucho más interesante y mejor lograda, aunque también me deja con la preocupación de cuán fácil puede llegar a ser ensuciarla. Maña mía de mantener el coche siempre en perfecto estado, supongo.
No mires la potencia, quédate el par y el chasís
Termino el recorrido visual y ajusto la posición de manejo, elijo algún artista para ir escuchando las próximas horas y oprimo el botón de encendido. Desde los primeros kilómetros para abandonar Ciudad de México siento el ímpetu del nuevo motor. En lugar del atmosférico de 188 hp compartido con el Mazda 3, el Mazda 6 2019 por fin recibe el propulsor que merece: uno turbo de cuatro cilindros de 2.5 litros (casi) igual al del Mazda CX-9, capaz de generar 228 hp y 310 lb-pie.
Te preguntarás dónde quedaron los 250 hp de los que se hablaba inicialmente; nosotros lo hicimos. El comunicado del lanzamiento internacional echaba la culpa de la diferencia de potencia al octanaje —93 octanos para 250 hp. Las condiciones de nuestro combustible pueden ser el motivo por el cual la potencia se quedó en 228 hp. La versión oficial que nos cuenta Mazda en México es que la puesta a punto fue intencional para conseguir el equilibrio perfecto entre consumo, nivel de aceleración y las capacidades del chasís.
Más allá de si se echan de menos o no esos 22 hp, la magia de este propulsor recae en el par. Con 310 lb-pie desde 2,000 revoluciones, el Mazda 6 se mueve con alegría. Prácticamente no hay retraso en la entrada del turbo y gana velocidad con prisa. Rebasar en la autopista y mantener un buen ritmo es tarea sencilla.
El chasís también es uno de los responsables directos en la alegría que genera el Mazda 6 al volante. Para esta actualización, la marca revisó suspensión y dirección con el cometido de volverlo todo más suave, estable y directo para incrementar tanto el nivel de confort, como el de deportividad. O al menos así nos lo plantea la marca.
Yo no lograba entender cómo dos conceptos opuestos —confort y deportividad— pueden caber en un mismo auto, pero el Mazda 6 lo resuelve de maravilla. La suspensión pisa firme y absorbe con destreza toda imperfección que pase por debajo de las ruedas. En zona de curvas hay poca inclinación de la carrocería —con una leve tendencia al subviraje— y el auto parece quedar con ganas de ir más rápido. La dirección es comunicativa y obediente.
Otro de los puntos que Mazda asegura haber revisado fue la insonorización. En general, se notan menos vibraciones al interior y también una cabina más silenciosa, sin embargo, no está totalmente aislada de lo que sucede en el exterior. El sonido del motor se cuela al habitáculo con un delicioso ronroneo —sí, un motor de cuatro cilindros que suena bien— y el ruido de la rodadura también está presente. No llega a incomodar y, a decir verdad, incluso parece que Mazda lo deja entrar con toda intención para elevar la sensación de conexión con el auto. Si te gusta conducir, entenderás que el Mazda 6 no es un Camry.
Finalmente, en el tema de consumo, este tipo de pruebas no suelen arrojar resultados fiables dado a las exigencias tan atípicas a las que suelen ser sometidos los autos. Promediamos 10.1 km/l exigiendo constantemente al acelerador, manteniendo elevado el rango de revoluciones y abusando del pie derecho a cada paso. Más adelante lo evaluaremos en condiciones reales y ciudad.
El Mazda 6 sólo tiene un problema y se llama Accord
Para el modelo 2019, la gama del Mazda 6 2019 en México queda compuesta por cuatro versiones: las tres que ya existían —i Sport, i Grand Touring y i Grand Touring Plus— y la nueva Signature. Salvo el modelo más equipado, todos conservan el motor de 2.5 litros de 188 hp y 188 lb-pie. Suficiente, pero lejos de inyectar emoción como las capacidades de este vehículo lo ameritan.
El modelo más accesible de la gama incluye faros de LED, climatizador automático bizona, infotenimiento con pantalla de 8 pulgadas y freno de estacionamiento eléctrico. El Signature, como el más equipado, sobresale por su tapicería en piel Nappa, asientos delanteros de ajuste eléctrico con función de calefacción y ventilación —los asientos traseros también son calefactables—, head-up display, navegación, sistema de sonido Bose, llave inteligente, asistente de mantenimiento de carril, monitoreo de punto ciego y alerta de tráfico cruzado. ¿Su precio? 555,900 pesos.
El Mazda 6 Signature nos parece un vehículo muy completo y equilibrado, aunque hay ciertas ausencias que no podemos dejar de señalar, como el control de velocidad crucero adaptativo, la alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia o un cargador inalámbrico para smartphones —eso sí, hay cuatro puertos USB. De momento no hay ni CarPlay ni Android Auto, pero llegará en septiembre.
Muchos de sus competidores ya han estrenado generación. El Mazda 6 ha hecho todo lo posible por seguirles el paso. Con este nivel de acabados, equipamiento, manejo y prestaciones tiene motivos para llegar a lo más alto del segmento, justo ahí donde el Honda Accord puede ponerle las cosas difíciles.
Los gastos correspondientes al viaje para asistir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.