Mazda2 Sedán Carbon Edition, a prueba: el refinamiento y buen manejo del hatch, pero con cajuela
El Mazda2 tiene mucha importancia en México, al ser uno de los modelos más exitosos de la marca en el país. Por ello, el año pasado Mazda decidió hacerlo la punta de lanza de su estrategia de mercado. Misma en la que redujeron sus precios y nos dieron una nueva versión llamada Carbon Edition, con más seguridad y un gran nivel de equipo. Hace unas semanas probamos a su variante Mazda2 Sedán Carbon Edition, misma que nos da todo lo bueno que vimos en el hatch, pero con una cajuela mucho más amplia.
Mazda2 Sedán Carbon Edition
$363,900
- Motor: 1.5 litros MHEV 4 cilindros
- Potencia: 110 hp @ 6,000 rpm
- Par: 106 lb-pie de par @ 3,500 rpm
- Transmisión: Automática de 6 velocidades
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco/Tambor
- Peso: 1,116 kg
- Suspensión delantera: Independiente
- Suspensión trasera: Barra de torsión
- Longitud: 4,340 mm
- Cajuela: 382 litros
- Consumo en ciudad: 18,5 km/l (cifra de la marca)
- Capacidad del tanque: 44 litros
- Lugar de fabricación: México
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Igual de atractivo, pero algo más amplio
A nivel Estético sigue siendo ese auto atractivo, que a pesar de 8 años en activo sigue viéndose vigente. Cambios ligeros al frente en su último facelift y una dosis ligera de cromo hacen suficiente para resaltar sus formas.
Tal vez el único elemento que no me termina de convencer es la parte trasera, pues el diseño es prácticamente igual al que veíamos en el Mazda3 de la generación pasada. Al ser un Carbon Edition solo llevará carrocería en color negro, rines de 16" en esa misma tonalidad, faros LED y un extra de longitud de casi 30 cm. Esta variante mide 4,340 mm frente a los 4,060 mm del hathcback.
Se nota el paso del tiempo, pero sigue siendo totalmente funcional
Por dentro la historia es exactamente igual, una gran calidad de materiales y ensamblado, de hecho este modelo, al igual que el hatch, se fabrican en México. Los materiales en cuanto a sedanes subcompactos, sí son referente, pues ni Versa, Yaris, Rio y Virtus tienen lo suficiente a nivel refinamiento.
El equipo es abundante, manteniendo la pantalla táctil de 7" compatible con Apple CarPlay y Android Auto, HUD, cuadro de instrumentos análogo, a/c automático de una zona, asientos en piel con Alcántara y varios contrastes; también llevará un sistema de audio de 6 bocinas de buena calidad, botón Sport, encendido por botón, luces automáticas y equipo eléctrico tradicional.
Lo único que tal vez podría mejorar es la interfaz del infoentretenimiento y el cuadro de instrumentos digital, pues dichos elementos sí dejan ver el paso del tiempo, especialmente cuando ahora vemos en rivales pantallas más grandes con mejor definición y cuadros de instrumentos digitales. Fuera de ello el funcionamiento es el esperado.
En seguridad lleva 6 bolsas de aire, frenos ABS, control electrónico de estabilidad, cámara de reversa, freno autónomo de emergencia y alerta de abandono de carril. Un nivel aceptable teniendo en cuenta el precio, aunque tampoco tantos elementos como en Yaris, Versa y Virtus en sus versiones más caras.
Referente a espacio, sucede lo mismo que con el Mazda2 hatchback, es decir, no hay mucho espacio en la parte trasera. Alguien de 1.80 m podría viajar relativamente cómodo, siempre y cuando los ocupantes delanteros no hagan muy atrás sus asientos. Por otro lado con 382 litros de cajuela se soluciona uno de los detalles más marcados del Mazda2 hatchback.Y es que con esa capacidad se vuelve mucho más practico.
Ligeramente más eficiente, pero igual de dinámico como lo recordabamos
Mazda en general tiene un cierto enfoque en entregar autos con buenas sensaciones de manejo y a pesar que el Mazda2 es su modelo de acceso y con menos poder, esa promesa se cumple sin problema alguno. Tal vez no sea tan explosivo como otros modelos de la marca, pero la puesta a punto de chasis y suspensión hacen que se disfrute su marcha tanto por comodidad como por dinamismo.
Tal vez no se sienta tan bien aislado del sonido como los modelos más grandes de la marca, pero para su categoría hay más que suficiente para alejarnos un poco del exceso de sonidos producidos en la jungla de asfalto que es la CDMX.
En términos mecánicos el Mazda2 Carbon Edition Sedán lleva la misma mecánica que su contraparte hatch, es decir, un motor atmosférico de 1.5 litros apoyado por un sistema mild hybrid de 24 volts que le ayuda a quitar carga al motor a combustión al no tener que alimentar directamente cosas como el aire acondicionado, iluminación exterior, pantalla, entre otros. Es un ahorro pequeño de entre .5 km/l a 1 km/l.
Este motor produce 110 hp y 106 lb-pie de par, un par de libras pie más que una variante totalmente a combustión, algo que a penas se nota al conducir. Su transmisión es una automática de 6 marchas y solo cuenta con tracción delantera.
La entrega de poder es la esperada de este segmento. No es explosivo, pero tampoco se siente lento. Su habitat natural es la ciudad, donde se podrá mover con toda soltura. En carretera la propias limitaciones de un motor atmosférico a la altura a la que estamos se dejan notar, solo hay que ser más paciente y atento para ejecutar bien nuestras maniobras.
Durante el tiempo que lo conduje pude marcar cifras entre 14.3 km/l y 15 km/l en diferentes condiciones de tránsito. Realmente algo común entre este grupo de autos.
Una de las mejores opciones siempre y cuando no necesites maximizar el espacio
El Mazda2 Carbon Edition Sedán sigue siendo una de las mejores recomendaciones de su segmento. Al menos al comparar lo que se paga y nos llevamos es difícil encontrar algo que le haga sombra, sin embargo, en términos de espacio sí queda atrás de Yaris, Virtus y Versa. Dichos modelos también pueden ofrecer más asistencias a la seguridad, aunque por un costo mucho mayor al del Mazda2. Si el espacio no es tan importante en tu decisión de compra, entonces esta será una de las mejores elecciones que podrás hacer.