Renault Captur, a prueba: No es el acierto europeo en el que estás pensando
El Renault Captur ha sido todo un acierto en Europa. Su nivel de calidad, refinamiento y comodidad lo han colocado en un lugar privilegiado dentro de un mercado tan exigente como lo es el europeo. La versión a la venta en México, en teoría, debería seguir esos mismos pasos hacia el éxito... ¿O hay algo que podría salir mal?
A la vista, nuestro Renault Captur sí que convence. Es exactamente igual al modelo europeo —antes del facelift—, pero en sus entrañas es completamente distinto. A diferencia del modelo francés, que utiliza la plataforma del Clio, el modelo latinoamericano va sobre la base del Duster. De hecho, su distancia entre ejes es la misma: 2,673 mm —67 mm más que el Captur europeo.
Desde fuera, por supuesto, esto no se nota. El Renault Captur recupera los rasgos del Clio y apuesta por detalles interesantes, como los postes, el techo y los espejos pintados en color negro, así como calaveras tipo LED de efecto túnel. Los rines de aluminio de 17 pulgadas son en dos tonos y de diseño atractivo.
Por dentro hay más en común con el Duster que con el Koleos
Al abrir las puertas, el habitáculo nuevamente da la pinta de ser el modelo europeo, pero el nivel de los acabados se queda muy por debajo. Todos los plásticos son duros y, aunque se nota la intención de crear una atmósfera de calidad con detalles en piel y en plástico negro brillante, los materiales ciertamente se quedan uno o dos escalones abajo de lo esperado en un vehículo de 350,000 pesos. Eso sí, el trabajo de ensambles parece correcto. Con menos de 10,000 km en el odómetro, no percibimos vibraciones ni ruidos extraños.
Los acabados están uno o dos escalones abajo de lo esperado en el segmento. Los plásticos son duros y de apariencia económica.
La ergonomía y la disposición de los mandos tampoco es la óptima. Nos tomó un buen tiempo encontrar el botón que controla la computadora de viaje; está en la palanca de los limpiaparabrisas. El control de velocidad crucero se activa con un botón ubicado abajo del freno de mano, pero se controla desde los mandos del volante. El sistema de sonido y el manos libres se controlan a través de un módulo instalado en la columna de la dirección, que resulta poco práctico y de manipulación poco precisa.
En materia de equipamiento, ofrece un sistema de infotenimiento muy completo, que incluye sistema de navegación, reconocimiento de voz, consejos de ecoconducción y compatibilidad con USB, iPod, Bluetooth y auxiliar. El resto del equipo se resume en equipo eléctrico, climatizador automático de una zona, sensor de luz y de lluvia, computadora de viaje, encendido por botón con llave (tarjeta) inteligente —aunque nuestra unidad de prueba no siempre la reconocía—, sensores de proximidad traseros, espejos plegables eléctricamente, vestiduras en piel y cámara de reversa. Curiosamente, el volante sólo es ajustable en altura, pero no en profundidad.
La ergonomía no es su fuerte, la disposición de controles es extraña y hay pocos espacios para guardar objetos.
En lo que respecta a seguridad, el Renault Captur viene equipado con frenos ABS —los frenos traseros son de tambor—, control de tracción y de estabilidad y asistente de arranque en pendientes, pero sólo bolsas de aire frontales y laterales. Por el precio, es preciso señalar la ausencia de las bolsas de aire tipo cortina. Esta versión fabricada en Brasil no ha sido sometida a evaluación, por lo que no se conoce su eficacia en protección de pasajeros.
Al ir sobre una plataforma más grande, el Renault Captur para Latinoamérica es casi 20 centímetros más largo, lo que beneficia el espacio en la banca trasera y en la cajuela. A lo alto y a lo largo ofrece dimensiones adecuadas, con los límites que implica pertenecer al segmento de los SUV subcompactos. La cajuela hay que cerrarla con mucha fuerza; en ocasiones parece que cerró correctamente, pero al arrancar se encenderá el testigo del tablero alertándonos de que no fue así.
Al volante transmite robustez, pero poco más
El mayor de sus pecados, quizá, es utilizar la misma base del Renault Duster, cuya única virtud es la sensación de robustez. El chasís no ofrece una calidad de marcha al nivel de un modelo que cuesta 350,000 pesos. La suspensión se percibe saltona, con algo de lancheo en zona de baches y a la hora de circular en curvas. La dirección no ofrece asistencia eléctrica, es poco precisa y se siente pesada, lo que no favorece maniobras de estacionamiento ni el confort en escenarios urbanos.
Suspensión, dirección, transmisión y motor necesitan una revisión profunda. No se comportan acorde al segmento.
El trabajo del motor y la transmisión tampoco es brillante. El Renault Captur se mueve gracias a un bloque de 2.0 litros de 132 hp y 141 lb-pie, asociado a una transmisión automática de 4 velocidades con modo manual. Por el número limitado de marchas, la transmisión estira demasiado los cambios; con el pie a fondo, incluso parece tipo CVT. Es fácil alcanzar los 50 km/h, pero llegar a 100 km/h requiere algo de paciencia. En el tema de consumos hay un amplio margen de mejora, en ciudad conseguimos un promedio de 8.1 km/l: similar a lo que encontraríamos con un motor V6.
La altura al piso se agradece en una ciudad con baches cada vez más hondos y peligrosos, pero en carretera penaliza con una notoria inclinación de la carrocería. El Captur latinoamericano es 6 centímetros más alto que el europeo; en total, es 16 cm más alto que un Clio.
El Renault Captur es lo que en la redacción llamamos "el efecto porrista"
"El efecto porrista", también conocido como "efecto jugador de fútbol americano" tiene su origen en cualquier serie o película adolescente de Hollywood. Encontrarás personajes muy atractivos que hacen de porristas o jugadores del equipo de la preparatoria, muy guapos, pero con ninguno puedes entablar una conversación muy seria. Algo así sucede con el Renault Captur.
Más allá del diseño y algún plástico, no hay gran diferencia respecto a un Renault Stepway, que es 120,000 pesos más barato.
¿En qué medida disfrazarse de europeo puede asegurar el éxito de un producto? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el Renault Duster justifica sus asperezas, de cierto modo, con un precio relativamente bajo para tratarse de un SUV. En el Captur, que cuesta lo mismo que modelos mucho mejor logrados, como Suzuki Vitara Turbo, Mazda CX-3 o KIA Soul, no lo vemos muy claro.
Entendemos la decisión de Renault de no utilizar una base europea para sus modelos en nuestra región, sobre todo después de los problemas que algunos de sus autos han presentado cuando lo ha hecho. Una base robusta, como la de Duster, resuelve esos problemas, pero al Captur le faltan argumentos más allá del diseño. Por sus acabados, e incluso por su conducción, parece más sensato voltear hacia un Renault Stepway: prácticamente lo mismo, pero 120,000 pesos más barato.
6.4
A favor
- Diseño europeo. Muy atractivo.
- El sistema de infotenimiento es muy completo.
En contra
- El nivel de acabados no corresponde al segmento.
- La dirección no es de asistencia eléctrica (y se nota).
- El precio es elevado en relación con la calidad.
- Hemos conseguido los mismos 8.1 km/l con motores V6.
- No hay bolsas de aire tipo cortina.
Ficha técnica del Renault Captur
Versión probada | Iconic | ||
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Motor | 4 cilindros | Suspensión delantera | Independiente tipo McPherson |
Cilindrada | 1,998 cm³ | Suspensión trasera | Barra de torsión |
Potencia máxima (hp @ rpm) | 133 hp @ 5,500 rpm | Longitud | 4,310 mm |
Par máximo (lb-pie @ rpm) | 142 lb-pie @ 3,750 rpm | Cajuela | 437 litros |
Transmisión | Automática 4 vels. | Consumo urbano | 8.1 km/l |
Tracción | Delantera | Consumo en carretera' | 18.6 km/l |
Frenos | Disco / Tambor | Consumo combinado' | 14.3 km/l |
Peso | 1,323 kg | Capacidad del tanque | 50 litros |
Velocidad máxima | N.D. | Emisiones de CO2'' | 202 g/km |
Aceleración 0-100 km/h | N.D. | Precio | $354,900 |
' Cifras oficiales del fabricante '' Cifras publicadas por el Portal de Indicadores de Eficiencia Energética y Emisiones Vehiculares
Precios del Renault Captur en México
- Intens TM — $299,900
- Intens TA — $319,900
- Iconic TA — $354,900