Toyota GR Yaris, a prueba: brilla en pista, pero… ¿qué tan buen compañero es para el día a día?
El mundo de los autos a veces se torna tan predecible, que casi cae en la monotonía de la rutina: todos los días escuchamos de nuevos autos eléctricos, de asistencias de manejo y luces que cambian de colores. Por eso es que el Toyota GR Yaris nos ha fascinado tanto, porque se sale de lo común e incluso de lo que hubiéramos imaginado encontrar en tiempos donde lo que no es un SUV, no funciona, sobre todo en México.
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El Toyota GR Yaris combina todo eso que nos encanta de un hatchback deportivo y que creíamos que no volveríamos a ver en un modelo nuevo: carrocería de tres puertas, tracción integral, transmisión manual y casi 260 hp. En su momento probamos su eficacia en pista, y ahora llega el momento de ver qué tan buen compañero es para el día a día.
Un Toyota Yaris con mucho carácter
Este Yaris no parece Yaris. O al menos no el Yaris con el que estamos familiarizados. Fue creado a partir de la nueva generación que rueda en Europa desde hace algún tiempo, pero con muchos componentes específicos por su carácter deportivo.
Ignora el tamaño de las tomas de aire, el vistoso difusor o el enorme alerón. La silueta de tres puertas y los pasos de rueda ensanchadísimos nos dejan muy claro que estamos ante un auto deportivo. Un Yaris tan irreconocible, que un día en el valet parking tardaron 10 minutos en entregarme el auto porque no encontraban el Yaris rojo que les pedí.
Toyota no sólo se propuso crear un Yaris potente, sino uno que encajara con el concepto deportivo de Gazoo Racing. Por eso el techo es de fibra de carbono e incluso piezas como la tapa de la cajuela o de las puertas se sienten bastante ligeras. Hay que tener en cuenta que la tracción integral no le hizo ningún favor al peso de este auto, por lo que cualquier kilo que se pudieran ahorrar, era bueno. Al final quedó en 1,310 kg, que no está nada mal.
Una cabina pequeña, pero bien equipada
Cuando te presenté al GR Yaris en pista, te conté lo bien que funcionaba su interior para circuitos. Ahora que lo llevé de aquí para allá en ciudad, me encontré con aspectos curiosos de practicidad. Por ejemplo, me gusta mucho el espacio específico para teléfonos abajo de la pantalla, pero no me hace feliz tener el cable colgando desde la pantalla; llegué a jalarlo sin querer al hacer un cambio de marcha.
Este auto tiene la cantidad exacta de compartimientos para no decir que no hay dónde poner llaves o monedas, pero no le sobran huecos... ni asientos. Este Yaris está homologado sólo para cuatro pasajeros. Los que viajan atrás irán algo apretados, tanto por la talla del auto —que es de sólo 3.99 metros de largo— como por el tamaño de las ventanas: se siente pequeño, pero oye, es un deportivo.
Como deportivo que intenta encajar en el día a día, la cabina cumple. Se agradece que el head-up display muestre el velocímetro, el tacómetro y hasta te indique cuándo hacer el cambio. Los asientos abrazan correctamente y se notan pensados para pista, pero no son incómodos luego de dos horas en el tráfico. Porque en esta época decembrina, 2 horas en el tráfico parece lo normal.
La pantalla a color en el cuadro de instrumentos es de fácil lectura y el equipamiento, en general, es muy completo. Sensor de luz y de lluvia, faros de LED, llave inteligente, climatización automática de dos zonas y hasta algunas asistencias de manejo, como alerta de abandono de carril y alerta de colisión frontal, bien configuradas para no saltar con cualquier maniobra extraña del coche de adelante.
Como lo he dicho casi hasta el cansancio, este auto me encanta, pero eso no impide que haya detalles que no me fascinen. Uno es la calidad del sonido, que cumple pero no sorprende. Otro es la resolución de la pantalla, que no es la misma que ofrece en Japón o en Europa, y es difícil leerla si le da el sol directo; es un infotenimiento aftermarket adaptado al auto para no disparar el costo final. Y el último detalle es que no lleva ni cámara ni sensor de reversa. Quizá pienses que un coche tan pequeño no los necesita, pero con un medallón tan pequeño y pasos de rueda tan anchos, llegarás a extrañarlo antes de acostumbrarte.
Un hot-hatch sorprendentemente adaptado a la ciudad
Este Yaris fue creado para los rallys. Como te lo dije en su momento, en pista fascina porque se pega al asfalto como un gato a un sillón y el chasís soporta por sí mismo mucho antes de que alguna asistencia electrónica deba intervenir, pero aún quedaba la duda de qué tan cómodo podría ser en el día a día. Porque deportivos tan radicales me han demostrado históricamente que no son tan amigables con nuestras calles.
Lo que me encontré con el GR Yaris es interesante. No voy a decir que sea cómodo como un Yaris normal o como cualquier otro urbano, porque no le interesa serlo, pero tampoco podría decir que es incómodo.
La suspensión es firme y vas a sentir cualquier salto del camino. Dentro de la cabina irás de arriba a abajo en caminos maltratados, aunque el golpe con los baches está bien aislado y el "golpe" no se siente seco. La amortiguación es menos rígida de lo que imaginaba. Eso sí, con neumáticos 225/40 R18 siempre será mejor evitar baches. Con pasarlos a mediana velocidad, no habrá problema ni sentirás que rompiste algo.
Hablemos ahora del motor, que le queda como un guante. Con 257 hp y 266 lb-pie, el GR Yaris va sobrado de poder, incluso con marchas largas a baja velocidad. Puedes circular en cuarta a unos 40 km/h, acelerar y aún ganar velocidad sin que el auto se sienta sonso. En el polo opuesto, con el motor revolucionado, el auto se siente como una bala que te pega al respaldo y te pedirá manos rápidas para reaccionar en las calles. No por falta de control, sino porque las cosas suceden muy rápido.
La transmisión manual no tiene un pedal de embargue precisamente suave, aunque no llega a cansar. Hay un sistema iMT que me llamó la atención. Se activa en la consola central y empareja las revoluciones para que el auto no se jalonee al hacer un cambio descendente —el "punta tacón electrónico", por así decirlo. Por ejemplo, si vas en 4ª a 2,000 revoluciones, en cuanto pisas embrague y mueves la palanca a 3ª, el auto sube a 3,500 rpm antes de que saques el pedal, para que todo se sienta más suave cuando lo hagas.
Finalmente hablemos de consumos —algo a lo que, sinceramente, le tenía miedo. Tanta potencia de un motor de 1.5 litros podría provocar consumos altos, sobre todo al haber manejado en condiciones de mucho tráfico y con un auto que da gusto mantener revolucionado. Para mi sorpresa, el promedio de consumo fue de 10.8 km/l, muy bueno. He obtenido ese rendimiento en un KIA Rio por la décima parte de diversión. Aquí estamos hablando de un hatchback que llega a 100 km/h en 5.5 segundos.
Toyota: necesitamos más GR Yaris en México
El GR Yaris superó la prueba. Definitivamente no es el auto que te comprarías en busca de un urbano, pero para ser el coche tan especial y tan rabioso que es, sus modales en ciudad son buenos. Tiene el grado mínimo de comodidad para decir “ok, será mi coche del diario”, entendiéndolo como deportivo.
Por 699,900 pesos definitivamente no es barato. Es un auto que roza lo exótico, no tanto por el logo de Toyota, sino porque no sobran. Hay 300 unidades en todo México y ya fueron vendidas todas. Se acabaron la misma semana que se lanzó. Toyota no cierra la puerta a traer más en el futuro, pero el plan aún no tiene luz verde. Ojalá se animen, porque su lista de espera quedó larga.
8.9
A favor
- La suspensión es firme, pero no insufrible.
- Consumo razonable para el nivel de diversión.
- Roza lo exótico por las pocas unidades disponibles.
En contra
- No lleva cámara ni sensor de reversa.
- La resolución de la pantalla no es la mejor.
- Está agotado y no hay planes de más unidades a corto plazo.
Toyota GR Yaris GR Yaris
$699,900
- Motor: 3 cilindros turbo de 1.6 litros
- Potencia: 257 hp @ 6,500 rpm
- Par: 266 lb-pie @ 3,000 rpm
- Transmisión: Manual de 6 vels.
- Tracción: Integral
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 1,310 kg
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 5.5 s
- Velocidad máxima: 230 km/h
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 3,995 mm
- Cajuela: 141 litros
- Consumo en ciudad: N.D.
- Consumo en carretera: N.D.
- Consumo combinado': 12.2 km/l
- Capacidad del tanque: 50 litros
- Fabricado en: Japón
