Mazda CX-5 2023, a prueba: qué sí y qué no del SUV más vendido de su categoría en México

RAV4, Tiguan, CR-V, Journey, Tucson, X-Trail, HS, Compass… y podría seguirme. En la categoría del Mazda CX-5 hay una infinidad de modelos hechos para todo tipo de gustos. El CX-5, tal y como lo conocemos hoy, se estrenó en 2017. Sí, ya tiene sus añitos, y aun así cerró el año pasado como el SUV más vendido de su categoría en México. ¿Qué lo hace tan interesante? Lo tuvimos a prueba.

En video

La generación actual del CX-5 salió en 2017. Sobre ese diseño, Mazda ha hecho retoques por aquí y por allá para mantenerlo fresco, y les ha funcionado. Recientemente llegó un nuevo diseño de parachoques, faros con una nueva firma de LED y calaveras con un aspecto similar al de los nuevos SUV de Mazda —tanto los que ya llegaron, como los que están por llegar.

Mazda CX-5 Signature

$699,900

• Motor: 4 cilindros turbo de 2.5 litros
• Potencia: 228 hp @ 5,000 rpm
• Par: 310 lb-pie @ 2,000 rpm
• Transmisión: Automática de 6 vels.
• Tracción: Integral
• Frenos: Disco / disco
• Peso: 1,665 kg
• Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
• Suspensión trasera: Independiente multibrazo
• Longitud: 4,575 mm
• Cajuela: 871 litros
• Consumo en ciudad: 7 km/l
• Capacidad del tanque: 56 litros
• Fabricado en: Japón

A la vista, el Mazda CX-5 2023 convence. A nuestro garaje llegó la versión Signature, tope de gama, pero desde la versión intermedia ya incluye rines de aluminio de 19”. También hay una paleta de colores interesantes, como el clásico “rojo Mazda” —con una capa de pintura negra para definir mejor las sombras— o el Polymetal Gray de estas fotos.

Buenos acabados, tecnología justa

La cabina del Mazda CX-5 2023 es, quizá, donde más se nota el paso de los años, pero en elementos muy específicos… que incluso podrían resumirse en uno: la pantalla. Es de 8”, pero su interfaz ya se siente algo anticuada a lado de lo que hay en CX-30 o Mazda3. La buena noticia es que te olvidas de la interfaz nativa tan pronto conectas Android Auto o Apple CarPlay, ambos inalámbricos. Como buen Mazda, todo se controla desde una perilla en la consola central.

Más allá de la pantalla, la cabina sigue vigente y tiene lo necesario para considerarlo de lo mejor en la categoría. Hay muy buen nivel de refinamiento, buena visibilidad y, en general, complace con la sensación de “coche caro”. Quizá lo único que llegué a extrañar en el diseño de interiores son más espacios para colocar objetos personales. No son pocos, pero podrían ser más grandes mirando lo que hacen algunos de sus competidores.

En Motorpasión México

Mazda CX-30 MHEV, a prueba: todo lo que ya conocías de este SUV, pero con una mecánica más eficiente

Ahora bien, en términos de equipamiento, el Mazda CX-5 ha ido mejorando con el paso de los años. A este modelo 2023 se integran por primera vez asientos delanteros con ventilación —que me gustan porque no te bajas con la espalda sudada— y memoria de posición para el asiento del conductor. También estrena sensores de estacionamiento delanteros y cámara de visión de 360º.

El resto del equipamiento está a la altura de la categoría: hay sensor de luz y de lluvia, faros de LED que se mueven con el volante para alumbrar en curva, quemacocos, paletas de cambio al volante, freno de estacionamiento por botón, un sistema de sonido Bose de 10 bocinas que merece mención honorífica, tapicería en piel y un pequeño head-up display.

Donde el Mazda CX-5 2023 queda rezagado es al hablar de asistentes avanzados de manejo. Desde el punto de vista básico, el kit de seguridad cumple: tiene la cantidad necesaria de airbags, una estructura sólida en caso de choque (reconocida como una de las mejores por el IIHS en EE. UU.) y asistencias electrónicas para mantener el control. Lo que no lleva son asistentes como freno autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril o control de velocidad crucero. Sólo incluye monitor de punto ciego y alerta de tráfico cruzado trasero.

Es curioso que ninguna versión del Mazda CX-5 lo incluya, pero sí estén disponibles en los topes de gama de Mazda2 e incluso de Mazda3. A este ritmo, probablemente el CX-5 no debe tardar en incluirlas, pero hoy, como modelo 2023, todavía no lo hace. Muchos de sus rivales sí.

Finalmente, en términos de espacio y practicidad, el Mazda CX-5 ofrece buen lugar para piernas y para cabeza. No es el SUV más amplio de la categoría, pero es fácil encontrar una posición cómoda en cualquiera de los cinco asientos. Lo único a tener en cuenta es que los puertos USB de carga traseros están en el descansabrazos central; si viajas con cinco pasajeros, los de atrás se quedarán sin conexiones.

 Lo mejor del Mazda CX-5 está al volante

Esta es, sin duda, la mejor carta de presentación del Mazda CX-5. Ningún SUV de esta categoría está obligado a provocar alguna emoción al conducirlo, sólo a ser cómodo. El Mazda CX-5 es cómodo, pero también le da algo de sazón al volante y lo convierte en uno de los SUV compactos predilectos para quien gusta de un buen nivel de manejo.

La dirección es notablemente más pesada que la mayoría, con el fin de ofrecer un tacto más preciso, pero sin dejar de ser cómodo. Lo mismo con la suspensión: filtra de maravilla, pero a la vez tiene un puntito de firmeza que evita una inclinación excesiva de la carrocería, por lo que CX-5 se siente bastante ágil en maniobras rápidas. Me gusta el chasis.

Luego está el moto. Al ser la versión Signature, es un motor turbo de cuatro cilindros y 2.5 litros, que genera 228 hp y 310 lb-pie. La potencia está bien, pero el par-motor es una maravilla. Esas 310 lb-pie te dan muy buen empuje al arrancar. La reacción del acelerador es casi inmediata porque prácticamente no hay turbolag; ni siquiera se siente como la clásica patada del turbo. La aceleración es bastante progresiva y en todo momento se siente holgado de poder para rebasar, incorporarte o completar cualquier maniobra. Es de los SUV más potentes y más interesantes desde el punto de vista del motor, además combinado a un buen chasis. De mis favoritos en manejo en esta categoría.

El lado oscuro está en el consumo. Es un motor potente, aunque también sediento. Si estás dispuesto a pagar el combustible con tal de tener este nivel de agilidad, es un propulsor maravilloso, pero ten en cuenta que ronda los 7 km/l en ciudad.

Sólo tiene una asignatura pendiente

Volviendo a la pregunta inicial. ¿Qué hace tan interesante al Mazda CX-5 como para convertirlo en el SUV más vendido de la categoría el año pasado, por encima de RAV4, Tiguan o CR-V, que se han convertido en instituciones entre los SUV?

En primer lugar, el diseño, porque es una categoría donde ese factor pesa mucho. En segundo, el precio en relación con el equipamiento, incluso desde la versión intermedia, la s Grand Touring. Tercero, el manejo, que independientemente de si es el motor de 188 o de 228 hp, al volante deja buen sabor de boca. Este CX-5 Signature gusta por rápido, por comunicativo al volante y por cómodo, además respeta —por muy poquito— la frontera de los 700,000 pesos. Varios competidores ya la rebasaron.

Agradecemos a Estacionamientos Deprisa por las facilidades para la realización de esta sesión de fotos.

Me parece un SUV bastante recomendable, incluso de los mejores, pero no puedo ignorar que hoy, en pleno 2023, cuando casi todos los modelos en la categoría ya incluyen asistentes avanzados de manejo, el CX-5 siga sin incorporarlos. Al nivel de un Mazda2 —que sí las incluye—, esas tecnologías sorprenden, pero en la categoría de CX-5 se han vuelto casi mandatorias. Eso, y el consumo, son los dos factores que no le juegan a favor, pero en el balance final, CX-5 me parece de un SUV que hay que voltear a ver.

En Motorpasión México aceptamos vehículos de prueba sólo con fines editoriales. No aceptamos contenido patrocinado a menos que sea claramente especificado como tal.